La Autoridad Bancaria Europea urge al sector financiero a prepararse para un Brexit sin acuerdo
La agencia considera que no se están tomando las suficientes medidas ante la posibilidad de un fracaso de las negociaciones
El sector financiero no se está preparando lo suficientemente rápido para la posibilidad de un Brexit sin acuerdo. Así lo advierte la Autoridad Bancaria Europea (ABE), que urge a las autoridades competentes a asegurarse de que las instituciones financieras toman ya los pasos necesarios para prepararse ante la posibilidad de una salida de Reino Unido de la UE sin un acuerdo de salida ni un periodo de transición.
Reino Unido estará fuera de la UE, en virtud del plazo establecido en el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el próximo 29 de marzo. Aunque existe un acuerdo político sobre el periodo transitorio, en el que se mantendría a grandes rasgos el statu quo para evitar un salto al vacío mientras termine de negociarse la relación futura, este no tendrá efecto legal hasta que haya un acuerdo de salida ratificado. Algo que, según la ABE, “no está garantizado”.
La agencia considera que, a pesar de los esfuerzos de ambas partes por alcanzar un acuerdo de salida, sigue habiendo una posibilidad material de que finalmente no sea posible alcanzarlo, en cuyo caso Reino Unido estaría fuera de la UE el 29 de marzo por efecto de la ley, sin un periodo transitorio. Las “necesarias acciones mitigadoras requieren tiempo y deberían ser emprendidas sin más demora”, advierte la ABE en su documento.
“Las compañías no pueden dar por hecho que van a continuar operando como en la actualidad ni pueden confiar en acuerdos políticos aún no alcanzados o en intervenciones públicas”, explica Andrea Enria, presidente de la ABE, agencia europea, todavía con sede en Londres, entre cuyas funciones están las pruebas de resistencia a los bancos y la identificación de debilidades en sus estructuras de capital.
A través de su relación con las autoridades competentes, la ABE ha estado monitorizando la calidad de los planes de contingencia y otro tipo de preparativos llevados a cabo por las instituciones financieras. Su conclusión, advierte, es que esa planificación debería avanzar más rápido en una serie de áreas. “Allí donde la planificación está teniendo lugar, algunas instituciones financieras parecen estar demorando la activación de las acciones necesarias. El tiempo para que se tomen las acciones requeridas se está reduciendo. Las instituciones financieras no deberían confiar en soluciones del sector público, ya que estas pueden no ser propuestas o acordadas”, explica la ABE en el documento.
“Es imperativo”, dice la ABE en su opinión publicada este lunes, que las instituciones financieras, tanto de la UE como de los Veintisiete, identifiquen las posibles implicaciones de una potencial salida de la UE sin un acuerdo de salida. La ABE reconoce que las acciones necesarias acarrearán costes, pero considera que es una consecuencia inevitable de la salida de Reino Unido de la UE. “La estabilidad financiera no debería ponerse en peligro por el hecho de que las instituciones financieras estén tratando de evitar costes”, advierte.
En marzo de 2019, Reino Unido se convertirá en un país tercero en cuanto al marco legal de la UE y, a falta de un acuerdo de salida ratificado, no se beneficiará de los derechos ni estará sujeto a las obligaciones derivadas de la legislación comunitaria. Esto, advierte la ABE, tendrá una serie de implicaciones para las instituciones financieras de los futuros 27 Estados miembros que interactúen con contrapartes o clientes basados en suelo británico, y viceversa.
Para prepararse adecuadamente, la ABE recomienda a las instituciones financieras identificar los riesgos, más allá del riesgo general de agitación en los mercados, derivados de la posible salida de Reino Unido sin acuerdo. En particular, deben asegurarse de que cuentan con los permisos regulatorios correctos para operar en los respectivos mercados. Deben identificar los riesgos relacionados con el acceso a las infraestructuras del mercado financiero y mitigarlos. También, añade la ABE, deben emprender acciones para combatir el impacto en los derechos y obligaciones de sus contratos existentes, sobre todo de los derivados financieros.
El ABE publica su opinión, uno de los tipos de documentos no regulatorios que emite la agencia, cuando se cumplen dos años del referéndum en que los británicos decidieron salir de la UE y pocos días antes del Consejo Europeo que se celebra el 28 y 29 de junio. Las divisiones en el Partido Conservador y en el propio seno del Gobierno de Theresa May, que impiden a Reino Unido siquiera consensuar su propia postura sobre la relación futura con la UE, han provocado un atasco de las negociaciones que hace cada vez más probable que estas finalicen sin acuerdo. Este debería estar listo para octubre, de manera que pueda ser aprobado por el Parlamento británico y por los Veintisiete, pero apenas hay avances claros sobre sus términos.
Este mismo fin de semana, un grupo de 60 exministros, diputados, economistas y empresarios, unidos por su euroescepticismo, han firmado una carta dirigida a la primera ministra, en la que le piden que acelere las preparaciones para un Brexit sin acuerdo. Argumentan que, para poder tener algo de peso negociador en el tramo final del proceso, Reino Unido debe reservarse el derecho de marcharse sin un acuerdo “y llevarse consigo los 39.000 millones de libras que ha ofrecido pagar como parte del acuerdo de divorcio”. El sábado, decenas de miles de ciudadanos se manifestaban en el centro de Londres para pedir un nuevo referéndum una vez estén claros los términos del Brexit.
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