Las tensiones comerciales nublan las discusiones del G20
EE UU pasa a la defensiva y urge al FMI que señale a los países que crean los desequilibrios
Los ministros de Finanzas del G20 reiteraron su descontento con las medidas proteccionistas de Estados Unidos. Temen que el nacionalismo económico de Donald Trump y el choque con China haga descarrilar el crecimiento. Por eso defienden que los desequilibrios comerciales se resuelvan sin recurrir a acciones unilaterales. Washington responde a la defensiva, urgiendo al Fondo Monetario Internacional que señale a los países que provocan esos desequilibrios.
La segunda reunión de ministros de Finanzas del G20 bajo presidencia argentina se ha celebrado coincidiendo con la cumbre de primavera del FMI en Washington. No se tuvo que pactar un comunicado. Pero Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda de Argentina, sí ha señalado que la perturbación derivada de políticas comerciales regresivas es “una fuente importante de preocupación”.
Por su parte, Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de Argentina, añadió que “se hizo un llamamiento general al multilateralismo” durante el debate y se ha planteado que “los avances en el comercio se repartan de una manera pareja”. “Donde hay un consenso es al hablar de sus beneficios”, ha añadido el ministro, “tenemos que concentrarnos donde podemos avanzar”.
Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EE UU, ha aprovechado para insistir en que las prácticas comerciales “injustas” suponen un “lastre persistente” para la economía global. Por eso urge al FMI que de “un paso al frente” y sea una voz rotunda al pedir a sus miembros que desmantelen políticas económicas, de divisas y comerciales que dan una ventaja competitiva o que crean desequilibrios.
El ministro alemán Olaf Scholz ha cuestionado durante la reunión que el proteccionismo sea el camino a seguir, “al contrario”. El titular japonés de Finanzas, Taro Aso, ha advertido que el proteccionismo y las medidas de retaliación contribuirán a generar más volatilidad. “Ningún país se beneficia”, comentó tras la cena el jueves, al tiempo que defendió el marco multilateral para resolver las diferencias.
Diálogo
El enfrentamiento entre EE UU y China pone a Europa en una situación comprometida. El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, ha señalado que “el aumento de los aranceles encarece el precio de los productos, ralentiza el crecimiento y destruye empleo”. “Es un riesgo mayor en este momento y una clara vulnerabilidad”, comparte su socio brasileño Eduardo Refinetti.
Christine Lagarde, la directora gerente del FMI, señala que el comercio y la inversión son los principales contribuyentes al crecimiento global. “¿Por qué habría que dañar esos dos motores?”, se pregunta. Citando a Churchill, dice que es mejor hablar que hacer la guerra, “los países deben trabajar de manera conjunta para resolver sus diferencias sin recurrir a medidas excepcionales”.
La tensión creada por el presidente Donald Trump por su deseo de acabar con los desequilibrios con sus socios comerciales coincide con el proceso de retirada de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales. Es una combinación que, junto a la acumulación de la deuda, puede crear vulnerabilidades en el sistema financiero y afectar a los flujos de capital hacia los países emergentes.
“Hay mucho ruido”, valora Tim Adams, del Institute of International Finance, “nadie sabe en este momento lo que es real y lo que es pura retórica política”. El futuro del trabajo para fomentar un crecimiento económico inclusivo en el nuevo entorno tecnológico, la inversión en infraestructuras y el fenómeno de las criptomonedas también forman parte de los debates de la reunión del FMI.
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