_
_
_
_

El FMI avisa de que muchas de las 1.600 criptomonedas que hay no sobrevivirán

Este martes arranca la reunión de primavera del Fondo donde se darán a conocer las perspectivas económicas de 2018

Las criptomonedas tienen el potencial de transformar el sistema financiero. Por eso, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, pide a los reguladores que tengan una mentalidad abierta hacia este nuevo activo, para así poder entender y limitar sus riesgos. El fenómeno de las monedas digitales será uno de los temas a debate en la reunión semestral que celebra el organismo junto al Banco Mundial, que arranca este martes en Washington con fuerzas enfrentadas.

Christine Lagarde, directora generente del FMI
Christine Lagarde, directora generente del FMIBOBBY YIP (REUTERS)

La jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI) deja claro que este nuevo activo no representa aún una amenaza para el sistema financiero, porque su penetración es muy limitada. Pero eso no obsta para que los reguladores estén vigilantes y anticipa que las instituciones financieras tradicionales tendrán que afrontar cambios en sus modelos de negocio. Será un reto incluso para los bancos centrales, que podrían toparse en el futuro con problemas para actuar como prestamistas del último recurso.

Más información
Christine Lagarde: “Nadie puede ganar en una guerra comercial. Perderán los pobres”
El FMI alerta del riesgo de que el proteccionismo desgarre el sistema de comercio multilateral
El FMI advierte de los riesgos de mantener el dinero barato más tiempo de lo debido

“Es inevitable que muchas no sobrevivan al proceso de destrucción creativa”, señala, citando las más de 1.600 criptomonedas en circulación. “Los vertiginosos giros de criptoactivos como el bitcoin invitan a hacer comparaciones con la fiebre por de los tulipanes que barrió Holanda en el siglo XVII y la reciente burbuja de las puntocom”, añade Lagarde.

Sin embargo, la directora gerente del FMI es una firme creyente de la tecnología sobre la que se apoyan estos nuevos activos, por eso cree que las autoridades deben trabajar para crear un marco regulador que reduzca al máximo los riesgos y de paso distinguir entre las amenazas reales y los miedos que suscita. “Nuestra evaluación preliminar es que dada su pequeña presencia y sus limitados vínculos con el resto del sector financiero, los activos criptográficos no suponen un peligro inmediato”, señala Lagarde en el artículo publicado por la institución al referirse a las implicaciones de las divisas virtuales para la estabilidad financiera.

Los beneficios de las criptomonedas, insiste, son evidentes. Permitirán agilizar y abaratar el coste de las transacciones, harán que el sistema de pago sea más eficiente y permitirán, al mismo tiempo, la tecnología que usa de base podrá ser utilizada para proteger la confidencialidad de los datos. Pero también cree importante que esta transformación hacia un sistema más difuso y descentralizado se haga de una manera equilibrada.

La tecnología que apoya monedas virtuales como el bitcoin será una de las grandes estrellas de un debate general en el que se analizará la economía mundial. La visión general es de optimismo. Estados Unidos crece a pleno empleo, la actividad económica cobra fuerza por toda Europa y las perspectivas para Asia son favorables. Pero hay multitud de preocupaciones, por la escalada proteccionista, la incertidumbre geopolítica, la deuda y la desigualdad social.

A la espera de que este martes el FMI actualice sus proyecciones sobre crecimiento e inflación, se espera que la economía global mantenga este año un ritmo de crecimiento muy similar al de 20107, que se acercó mucho al 4%. Pero la preocupación más inmediata de Lagarde se deriva en este momento del choque comercial que libran Estados Unidos y China. En el Fondo Monetario se teme que este choque desencadene una reacción proteccionista que se propague por todo el mundo.

Deuda y crecimiento

A la ansiedad que genera en el FMI el nacionalismo económico de Donald Trump se le suman otros factores de riesgo, como el alza de los tipos de interés o el incremento de la deuda por los estímulos fiscales. Los análisis del Fondo revelan que el endeudamiento global alcanzó los 164 billones de dólares, un 40% más que en 2007. Más de la mitad de ese incremento procede de China. Fue el fuerte apalancamiento de la economía lo que desencadenó la última crisis.

El FMI, de hecho, considera que la recuperación sigue siendo frágil e incompleta. En gran medida porque la actividad económica se apoyó durante la última década en una política monetaria generosamente laxa. Si las condiciones financieras se restringen de golpe, la vulnerabilidad será mayor para que las empresas y los consumidores puedan devolver lo que deben. El segundo punto de fragilidad lo ve en la desigualdad económica y social que se arrastra desde la Gran Recesión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_