El FMI lanza su advertencia
Estamos viendo otra vez niveles muy bajos de aversión al riesgo, como antes de la crisis
El FMI ha presentado sus previsiones de primavera. El crecimiento de la economía mundial seguirá próximo al 4%. Sigue siendo un punto inferior al crecimiento de antes de la crisis, y ha cambiado mucho su composición. Hoy China y la India suponen ya el 25% del PIB mundial y explican casi la mitad del crecimiento global.
China tenía un superávit exterior próximo al 10% de su PIB antes de la crisis y era una economía dependiente del consumo privado en EE UU y Europa. Hoy ha reducido su superávit al 1% del PIB. India tiene un déficit exterior del 2%, y ambas economías crecen principalmente gracias a su consumo interno, favoreciendo las exportaciones y el empleo industrial europeo y estadounidense.
Pero lo más relevante y preocupante ha sido el informe de estabilidad financiera del Fondo, donde advierte que estamos de nuevo viendo niveles muy bajos de aversión al riesgo por parte de los inversores y comportamientos como los que provocaron la Gran Recesión. Los precios de la vivienda vuelven a subir próximos al 10% en varios países que siguen teniendo un elevado endeudamiento. EE UU, Reino Unido, Suecia, España e Irlanda replican el comportamiento que nos llevó a la crisis.
El caso más preocupante es el de China, donde la deuda privada sobre PIB se ha doblado desde 2008 y supera con creces la de los países desarrollados. Pero de nuevo en España volvemos a ver los precios de la vivienda subiendo a tasas de dos dígitos con los salarios estancados en varias ciudades. Dicen que el centro de Madrid es por el alquiler turístico, pero en Las Tablas crecen con la misma intensidad. Dicen que es por la demanda de grandes empresas que se han establecido allí. Pero en Valdebebas no hay alquiler turístico ni empresas, y los precios crecen con la misma intensidad. Lo que si vemos es que algunos bancos vuelven a anunciar que dan el 100% de la tasación de la hipoteca, y volvemos a ver operaciones a euríbor más 0,5%.
En los mercados de capitales, el FMI advierte de cosas muy preocupantes. Los CDO sintéticos siguen demonizados, pero los bonos apalancados para operaciones de refinanciación o de fusiones y adquisiciones han superado en 2017 el volumen de emisión de 2007. Los bajos tipos de la deuda pública han derivado a los inversores institucionales a bonos ilíquidos de alto riesgo o de países emergentes. La economía de casino ha vuelto.
Como nos enseñó el gran economista Rudi Dornbusch, los desequilibrios duran siempre más de lo que estimamos los economistas, y corrigen de manera más brusca de lo previsto. El problema es que esta vez la deuda pública está en máximos, y los balances de los principales bancos centrales están cerca del 40% del PIB de sus países, el triple que en 2007.
El FMI recomienda activar protocolos macro y microprudenciales, pero la clave es cambiar el modelo y la regulación para contener la capacidad destructiva que ha demostrado tener el sistema financiero mundial. Estamos fijándonos en los problemas de la fachada del edificio, pero el problema está en su estructura.
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