El beneficio de Bankia cae un 37% en 2017 por los costes de integración con BMN

Bankia ha cerrado su quinto ejercicio completo desde su rescate en 2012 con la inyección de 22.424 millones de los contribuyentes. En este lustro el banco ha completado el plan de reestructuración, se ha fusionado con BMN —también del Estado—, ha entregado unos 5.000 millones a los afectados de las preferentes y a los de la salida a Bolsa y ha devuelto 2.863 millones al Estado. Ahora ultima su plan estratégico 2018-2020, con la esperanza de que cuando lo concluya, el Estado haya salido de su capital y sea un banco privado e independiente.

Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 505 millones de euros en 2017, lo que supone una caída del 37,3% frente a los resultados del año anterior. Ese descenso se debe a los ajustes puntuales derivados de la fusión con Banco Mare Nostrum (BMN), que ascienden a 312 millones de euros después de impuestos. Sin esos extraordinarios derivados de la integración, que ha convertido a Bankia en la cuarta entidad financiera, el banco hubiera ganado 816 millones, un 1,4% más que en 2016, según la entidad. El mercado recibió mal los resultados: fue el valor que más cayó del Ibex 35, un 4,31% frente al 0,38% que descendió el índice.

"Con este incremento del beneficio (en términos homogéneos) y los holgados niveles de solvencia, el Consejo de Administración ha propuesto mantener el dividendo en 11,024 céntimos por acción, lo que eleva la retribución anual a accionistas a 340 millones de euros", ha señalado la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri en un comunicado. La entidad mantiene el dividendo porque los ratios de capital del grupo tras completar la fusión con BMN "muestran un amplio margen sobre los requisitos regulatorios para 2017".

El consejero delegado, José Sevilla, explicó este lunes que queda “un tiempo razonable” para que el Estado privatice el 61% del capital que mantiene en el banco antes de diciembre de 2019 porque en el mercado “hay apetito inversor para invertir en entidades”. 

“El FROB tiene un mandato, un compromiso de la privatización plena de la entidad para finales de 2019 y está trabajando con ese horizonte”, indicó el número dos del banco, José Sevilla, durante la presentación de los resultados. En su opinión, otras experiencias internacionales y la última venta de un 7% realizada por el FROB el pasado diciembre por 818,3 millones, demuestran que hay “tiempo razonable” para la desinversión completa. “El mercado tiene capacidad y apetito para absorber importes más relevantes que lo que se han hecho hasta ahora”, apuntó, pero dijo no sentirse “legitimado” para hablar de este tema ya que es el FROB el que debe decidirlo.

 En el sector se ha debatido la posibilidad de privatizar paquetes accionariales del 20% o más en las siguientes ocasiones. Todo dependerá del precio porque el objetivo del FROB es recuperar el máximo posible de lo invertido por los contribuyentes y hasta ahora solo se ha obtenido el 12,8% de lo entregado.

Preguntado por las críticas del expresidente Rodrigo Rato sobre que el actual equipo gestor reclamó demasiadas ayudas para Bankia, Sevilla afirmó que es un debate “estéril” y que quedó “meridianamente claro” que el dinero reclamado tuvo el visto bueno del BCE, el FMI y la Comisión Europea. “Lo que toca es ver lo que hemos hecho cada uno con el capital recibido”. “Nadie hace provisiones por deporte, sino porque hace falta hacerlas” y recordó que la cifra asciende a 4.200 millones, en dura respuesta a Rato. Preguntado por la posible marcha del ministro de Economía, Luis de Guindos, a la vicepresidencia del BCE, Sevilla reconoció “que le echará de menos como ministro” y apuntó que sus méritos profesionales “son conocidos por todos. Tener más presencia española en esos foros es una gran noticia”, dijo.

El consejero delegado mostró su satisfacción por la fusión con BMN, que perderá su marca en favor de Bankia, tras haber pagado 825 millones por esa entidad. A corto plazo la fusión ha supuesto un cargo de 312 millones a la cuenta “pero lo hacemos porque será bueno a medio plazo. La integración tecnológica se acabará el 19 de marzo y mejoraremos la eficiencia del grupo”, afirmó.

Los problemas de los bajos tipos

El banco explica que ha logrado mantener el resultado homogéneo en un entorno tan exigente de tipos de interés "gracias a la progresiva estabilización del margen bruto derivada del mayor impulso comercial, al mantenimiento de los gastos y al control del coste del riesgo". También apunta que "el grupo espera generar sinergias de costes de 155 millones en 2020" gracias a la integración de BMN. El Estado controla el 61% del capital del nuevo grupo.

No obstante, todos los márgenes de la cuenta de resultados presentan descensos sobre lo obtenido en 2016, tanto si se tiene en cuenta la unión con BMN como si no. El descenso de los tipos de interés ha castigado la cuenta de Bankia, cuya actividad está centrada en la banca minorista y en los resultados de la cartera de bonos, que ha vivido un descenso del rendimiento de los activos de la Sareb. Los costes de la fusión con BMN han provocado que en el cuarto trimestre estanco Bankia presentara pérdidas de 235 millones.

La caída más relevante es la del resultado de la actividad de explotación, que desciende un 8,6% por el doble efecto de elevar las provisiones y el aumento de las pérdidas por el deterioro de los activos. Las comisiones del negocio bancario suben un 4,9% mientras que las operaciones financieras los hacen un 52,3%.  

Mientras, los gastos de explotación se mantuvieron estables en términos comparables y la ratio de eficiencia quedó en el 51,2%, frente al 55,6% de media del sector (según los últimos datos disponibles, entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017). La ratio de morosidad mejoró hasta el 8,9% desde el 9,8% de 2016, aunque la cobertura de los impagados cayó al 50,8% desde el 55,1%. El volumen total de créditos se elevó un 17,5% por la aportación de BMN, aunque sin esta entidad caería un 2%. Los depósitos también suben un 24% por la unión, pero caen un 3,2% sin el efecto de BMN. La rentabilidad sobre el capital, ROE, se situó en el 6,6% el año pasado frente al 6,7% de 2016. El beneficio por acción descendió un 5,3% y Bankia acabó el ejercicio con una capitalización bursátil de 12.300 millones, un 10% más.

“2017 ha sido un ejercicio muy importante para Bankia porque hemos terminado el plan de reestructuración, hemos ejecutado la fusión con BMN y hemos avanzado en el proceso de privatización”, ha indicado Goirigolzarri en un comunicado, en que añade: “Y, al tiempo, hemos conseguido aumentar nuestros beneficios, hasta 816 millones de euros, apoyados en un fuerte dinamismo comercial, en una mayor satisfacción de nuestros clientes y en una mejora constante de la calidad de nuestro balance”.