El BBVA y el Santander hacen caja con los créditos en América Latina
Con un escaso volumen de préstamos en México o Brasil, los dos grandes ganan entre un 60% y un 100% más que en España por los altos tipos de interés y su gran cuota de mercado
El Santander y el BBVA tienen un escaso volumen de créditos en México, Brasil o Turquía, comparados con España, pero ganan entre un 60% y un 100% más que en su país de origen. Con estas filiales han compensado los malos años de España, algo que alaban los analistas. La clave está en que llevan muchos años, tienen gran cuota de mercado y cuentan con márgenes mucho más elevados por los altos tipos interés. A cambio, asumen la incertidumbre del tipo de cambio de esas divisas volátiles y el riesgo de fuertes crisis económicas en esos países.
A lo largo de la crisis, los dos grandes bancos han destacado la importancia de la diversificación geográfica como una fortaleza de su estrategia. Lo cierto es que, con altibajos, pero la posición en Latinoamérica, Turquía o el Reino Unido ha servido a Santander y BBVA para amortiguar las grandes pérdidas de la burbuja inmobiliaria y la depresión económica en España, como señala Juan Abellán, director de Banca y Finanzas del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
En el caso del BBVA, en México tiene tres veces menos crédito que en España y gana un 60% más. El caso del Santander es todavía más radical: con la mitad de créditos que en España, en Brasil obtiene el doble de resultado. Viendo este panorama, parece que cualquier banquero podría instalarse allí y empezar a ganar dinero con rapidez. Pero la realidad es más compleja y arriesgada; la lista de financieros arruinados tras intentar entrar en estos países es muy larga.
“La primera razón que explica esta situación es que los márgenes son mayores, fundamentalmente, por el diferencial de tipos de interés. En España están en negativo —el euríbor marca el -0,18%—, lo que hace que, la parte que más pesa de la cartera de préstamos tenga rentabilidades absurdas y lastre al conjunto de la cuenta de resultados” de los dos grandes, apunta José Ramón Iturriaga, gestor de Abante. “Tanto en México como en Brasil los tipos son otros, por lo que las rentabilidades también son diferentes”, concluye.
En Brasil la inflación está en el 2,5% mientras que los tipos, la tasa Selic, están en el 8,25%. La economía está plana, sin crecimiento, tras las caídas de ejercicios anteriores, pero con una previsión para 2018 de subir el 2%. En México la inflación es del 6,7% y los tipos han alcanzado el 7%; el PIB está creciendo al 2,3%. En Turquía los precios han subido un 11,2%, con una tasa media de financiación del 12%. Las divisas de las tres economías están viviendo épocas de volatilidad.
Este panorama está alejado del europeo. Fuentes del BBVA apuntan que la rentabilidad que se obtiene en esas regiones va ligada al riesgo que supone estar allí presente y que España mejorará sensiblemente la rentabilidad cuando los tipos suban.
Otros expertos destacan otro factor: la rentabilidad de los dos bancos en esas economías es alta porque llevan décadas allí, con compras y avatares de todo tipo. Así han logrado grandes cuotas de mercado: el BBVA es el mayor de México y el Santander está entre los cinco grandes de Brasil. En los países donde no tienen grandes cuotas, venden su negocio. Eso hizo el Santander en Colombia en 2012 y ahora el BBVA admite que negocia su salida de Chile.
No pueden hacerlo todos
El director del Sector Financiero de IE Business School, Manuel Romera, destaca que para contar con tanta presencia exterior, antes lograron grandes cuotas en España, el ancla de su estrategia. También apunta que sacan tanta rentabilidad en estos países porque exportan el modelo de banca de clientes, lo que les permite contar con economías de escala y aplicar la transformación digital. “Tener esta posición no está al alcance de todos porque si en estos países no generas mucho negocio no compensas los riesgos ni los costes de control necesarios. El Popular es un ejemplo: intentó entrar en México con poco éxito.
Además, son geografías que cuando viven crisis, son radicales y no es fácil aguantarlas”. Los banqueros más veteranos recuerdan el tequilazo de México en 1994, que hizo tambalear a toda la región y provocó la estampida de la mayor parte de los bancos extranjeros. Los españoles aguantaron y el BBVA se hizo con el 100% de Bancomer, la entidad líder, y el Santander con la tercera. También fue violento el corralito argentino de 2001, que provocó pérdidas multimillonarias a los dos grandes. Más reciente ha sido la crisis de Venezuela, que hizo salir al Santander de ese país o la tensión que ha generado al BBVA los problemas geopolíticos de Turquía, golpe de Estado incluido.
Además, hay otro factor que influye: el tipo de negocio que practican en esas latitudes no es el hipotecario, como en España, que tiene márgenes estrechos. Allí el negocio más relevante es el crédito al consumo y el de empresas, que se paga a intereses más altos, pero con más morosidad. La falta de una amplia clase media explica esta situación. Al final, todos estos factores se reflejan en el coste de crédito, que mide las provisiones que se aplican al crédito: en España el coste del Santander es el 0,34% y en Brasil el 4,55%.
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