La caída de la inversión compromete los servicios públicos que prestan las comunidades
El 'think tank' Fedea recomienda a las autonomías contener el gasto público
"La situación de las cuentas autonómicas no ha superado por completo los efectos de la crisis y sigue presentando rasgos preocupantes", según advierte un estudio elaborado por Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), un prestigioso think tank económico patrocinado por algunas empresas del Ibex.
De la Fuente ha analizado las cuentas autonómicas entre 2003 y 2016. Y concluye que el gasto autonómico sigue un patrón "extremadamente cíclico". Es decir, "con fuertes crecimientos durante los años de expansión seguidos de profundos recortes en la crisis y una ligera recuperación en los últimos años analizados de recuperación económica".
Pese a la evidente mejoría de las cuentas autonómicas, Fedea advierte de que este saneamiento es menor de lo que parece por la "desaparición de atípicos en el gasto y a una liquidación muy favorable del sistema de financiación". De la Fuente calcula que si se corrigen estos factores, "el saldo subyacente del conjunto de las comunidades registra una leve mejoría tanto en 2015 como en 2016 [...] pero muy inferior a la que son observa en las cifras sin corregir". Por eso, reclama un "cierto esfuerzo de contención" del gasto corriente. Es decir, congelar los gastos corrientes o que crezcan menos de lo que hace el PIB.
Las comunidades han reducido su déficit público desde el 3,35% del PIB en 2011 al 0,82% el año pasado. Es decir, en cinco años han reducido el desfase entre gastos e ingresos públicos en algo más de 2,5 puntos del PIB; el equivalente a unos 25.000 millones de euros.
El informe analiza la evolución del gasto autonómico por habitante a precios constantes y la de sus dos componentes más importantes: la inversión real u operaciones de capital y el gasto corriente neto de intereses a partir de 2003, tomado como año base.
De la Fuente señala que la evolución de la inversión productiva es "ciertamente preocupante", porque su volumen real por habitante se ha reducido a menos de la mitad de su valor inicial en 13 de las 17 comunidades, sin que se observe una recuperación. "De no corregirse en un tiempo razonable, esta situación terminará comprometiendo la calidad de los servicios públicos que las comunidades pueden prestar", alerta. El gasto corriente por habitante de las comunidades es en promedio un 23% superior en 2016 al observado en 2003.
De la Fuente avisa de que existen diferencias significativas entre unas autonomías y otras. Así, Canarias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana son los territorios en los que menos ha crecido el gasto total en el conjunto del periodo, mientras que País Vasco y Cataluña presentan los mayores crecimientos acumulados.
El País Vasco es también la comunidad que menos ha recortado la inversión, seguida de Cataluña, mientras que Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Navarra y Canarias son las que más lo han hecho, agrega.
De la Fuente también destaca que la partida de intereses se mantiene en los últimos años a un nivel artificialmente bajo como resultado de las muy favorables condiciones financieras que el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y otros instrumentos de liquidez han ofrecido en los últimos ejercicios.
El miembro de la comisión de expertos para la reforma de la financiación concluye que "para acomodar la normalización de las partidas de inversión e intereses (que tendrán que crecer en los próximos años) sin aumentar el déficit estructural del sector sería necesario un cierto esfuerzo de contención del gasto corriente que seguramente no resultará sencillo en las actuales circunstancias políticas".
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