¿Por qué tu jubilación será peor si eres mujer?
Varios estudios muestran que las mujeres creen que su pensión no cubrirá sus necesidades básicas. ¿Qué factores afectan a esta prestación de la Seguridad Social?
Una aplastante mayoría de mujeres cree que la pensión que recibirá será insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Así opina el 83,5% de las consultadas, frente al 77,7% de los hombres, entrevistados por el instituto de investigación de la aseguradora Aviva. Una discrepancia parecida a la que aparece en el estudio de otra compañía de seguros, Aegon, del que se desprende que el 61% de las mujeres no espera tener una vida confortable durante su jubilación, frente al 50% de los hombres.
Las estadísticas del Ministerio de Empleo ofrecen, en este sentido, una fotografía poco halagüeña: en febrero, las mujeres cobraron por jubilación, pensiones por incapacidad, viudedad y demás pensiones, un 37,3% menos que los hombres. Ellas recibieron, de promedio, 710 euros; ellos, 1.132 euros. Lejos de cerrarse, esta brecha de género se ha incrementado en más de la mitad de los Estados miembros de la Unión Europea, y España no es una excepción: un informe que se votará en el Parlamento Europeo la semana próxima alerta de que la brecha entre españolas y españoles en esta materia se amplió del 33% en 2008 al 36,1% en 2014.
¿Con qué obstáculos tienen que lidiar las mujeres a la hora de planificar su jubilación?
Complemento por maternidad
El temor que las trabajadoras muestran en los informes citados no sorprende a Susana Brunel, miembro de la secretaría confederal Mujer e Igualdad de Comisiones Obreras. “Las mujeres conocen las políticas de recortes del Gobierno del PP y su escasa o nula prioridad en políticas activas de empleo e igualdad”, alega.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, sin embargo, aseguró hace una semana que el complemento de maternidad, que entró en vigor el 1 de enero del año pasado, ha permitido reducir en un 11,3% la brecha de género en pensiones. Esta medida hizo que la pensión por jubilación de casi 180.000 mujeres –el 56% de las nuevas altas– se incrementara en un 5% por el segundo hijo, 10% por el tercero, y 15% a partir del cuarto. Este complemento, en palabras de la directora general de negocio de la gestora Tressis, Sonsoles Santamaría, afecta en definitiva solo a “un pequeño porcentaje del total de las pensiones actuales y no corrige las desigualdades existentes”.
Acceso al trabajo y desempleo
“El 72% del empleo a tiempo parcial lo ocupan mujeres”
“Cambios como este me gustan, van en el sentido correcto”, opina el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ignacio Conde-Ruiz, quien destaca, sin embargo, que las modificaciones más importantes no tendrían que producirse en el sistema de pensiones, sino en el mercado de trabajo, puesto que allí es donde empieza la discriminación de género que luego se refleja en la jubilación.
De cada diez personas que abandonaron el desempleo el mes pasado, solo una era mujer, según los datos del paro registrado. Son también ellas las que tardan más en salir del desempleo: representaban el 56,1% del paro registrado el mes pasado, 1,6 puntos porcentuales más que en el mismo período del año pasado, y casi 7 puntos porcentuales más que en 2011.
Una carrera discontinua
A estos datos habría que añadir que “el 72% del empleo a tiempo parcial lo ocupan mujeres”, sostiene Brunel, amparándose en la última Encuesta de Población Activa disponible, la del cuarto trimestre del año pasado. Por el contrario, el empleo femenino solo representa el 32% de los contratos a tiempo completo. La sindicalista define la carrera laboral de las mujeres discontinua precisamente por estos motivos, y “por la ausencia de infraestructuras de servicios de cuidado y medidas para la conciliación y la corresponsabilidad” de los miembros de la pareja.
Así, en 2016, la práctica totalidad de los permisos de maternidad –un 98%– fueron percibidos por la madre, aunque por ley pueda ceder al padre 10 de las 16 semanas a las que tiene derecho. Y el 91% de las solicitudes de excedencia por cuidado familiar fueron presentadas por mujeres. Algo que dificulta también el mantenimiento del empleo y la promoción. Si la madre pide excedencia para el cuidado de los hijos, sigue cotizando, pero solo se consideran como período de cotización los tres primeros años.
Complemento a mínimos
“Las mujeres trabajan más a tiempo parcial, por lo que cotizan menos a la Seguridad Social y acceden menos a sistemas privados en sus empresas”, afirma la responsable de pensiones de Aegon España, Aurora Martín. “Ganan, según Eurostat, un 18,8% menos que los hombres en el mismo puesto, interrumpen más a menudo sus carreras para criar a sus hijos o son las primeras que se sacrifican cuando hay que atender a un familiar enfermo”, resume.
Todo ello se refleja en el dato de pensiones que necesitan un complemento para llegar a la base mínima de cotización: el 35,1% de las mujeres que perciben una pensión de jubilación precisan un complemento para llegar a la base mínima, contra el 17,7% de hombres, según datos del Ministerio de Empleo a 1 de febrero.
Buena preparación
“Las mujeres llevan dos décadas preparándose mucho más que los hombres en la etapa educativa”
La brecha salarial sigue produciéndose, según Conde-Ruiz, pese a que “las mujeres lleven dos décadas preparándose mucho más que los hombres en la etapa educativa: van en mayor proporción a la universidad y sacan mejores notas”, subraya el economista, quien dice estar a favor de la imposición de cuotas obligatorias de mujeres en los consejos de administración. “Si entran pocas mujeres, las que cambian son las mujeres; si entran muchas, lo que va a cambiar es la manera de hacer la economía”, sostiene.
¿Qué pasará en el futuro?
“Es probable que la regulación que afecta más directamente a las mujeres esté encaminada a equilibrar el período de baja de maternidad con el de paternidad”, que actualmente es de cuatro semanas, “así como a que se amplíe dicho período con la consiguiente cotización a efectos de la jubilación”, señala el Instituto Aviva en una nota. Es lo que espera Brunel, para quien esta medida “supondría combatir el prejuicio laboral y social que pesa sobre las mujeres”. Conde-Ruiz sugiere que los permisos de maternidad no sean solo intransferibles, sino que sean obligatorios o que haya incentivos. “Tal vez se podría establecer que si el padre coge los permisos, aumentan los de la madre, que es lo que pasa en Alemania o en Suecia”.
En cuanto a la pensión de viudedad, “sería deseable que alcanzaran un nivel adecuado de subsistencia”, sugiere Martín, mientras que para Santamaría este tipo de prestación tendrá cada vez menor protagonismo “ya que al percibir pensión de jubilación hombres y mujeres, la de viudedad quedará solo para los casos en que alguno no tenga derecho a pensión o que sea inferior al máximo”.
Brunel subraya también el importante papel que en el futuro podrían jugar los cambios en los modelos educativos y el incremento de infraestructuras y servicios públicos para la atención de la infancia y de personas dependientes “que favorezcan la corresponsabilidad de hombres y mujeres”. Del mismo modo, insiste, “empresas y centros de trabajo deben acordar con las organizaciones sindicales medidas y planes de igualdad que favorezcan la conciliación”.
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