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Montoro anuncia que penalizará fiscalmente a las grandes empresas que incurran en morosidad

El ministro de Hacienda explica en el Congreso que la estrategia de esta legislatura pasa por reducir la deuda pública

Cristóbal Montoro, antes comparecer en la Comisión de Hacienda.Foto: atlas | Vídeo: MARTA JARA
Jesús Sérvulo González

Las grandes empresas que tarden en pagar a sus proveedores tendrán más cargas tributarias. Así lo ha avanzado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante su intervención este jueves en el Congreso de los Diputados para explicar las líneas fundamentales de su ministerio en esta legislatura, donde ha recordado que bajará el IRPF durante la legislatura y que activará incentivos fiscales para prolongar la vida laboral.

El ministro desgranó cuáles serán los retos de su departamento en los próximos cuatro años: reducir el déficit y la deuda pública, reformar el sistema de financiación, el sistema de pensiones, impulsar la administración electrónica en la Administración pública y avanzar en la modernización de la misma.

En el ámbito tributario, el titular de Hacienda ha explicado que espera que las grandes empresas aporten unos 20.000 millones de euros a la recaudación en 2017 después de las subidas en el impuesto aprobadas a finales de diciembre. El ministro ha insistido su plan de volver a reducir el IRPF a lo largo de la legislatura. Durante la campaña electoral anunció que lo bajaría ya este año pero ahora, tras las presiones de Bruselas para reducir el déficit, aplaza la rebaja fiscal a 2018, cuando el déficit este por debajo del 3%, el límite a partir del cual la Comisión Europea inicia el proceso de supervisión de las cuentas públicas.

El Gobierno tiene el desafío de sacar adelante unos presupuestos que necesitan un acuerdo parlamentario. Pero las cuentas de este año tienen que incluir un ajuste de unos 16.000 millones para cumplir con las líneas marcadas por Bruselas para reducir el déficit público del 4,6% del PIB de 2016 al 3,1% de 2017. El Gobierno ya subió impuesto de sociedades y especiales. Y se guarda en la manga otras subidas en caso de que la recaudación no progrese con la fuerza prevista.

En este punto, el ministro ha avanzado que los ingresos fiscales del año pasado superarán a los de 2007, justo antes de la crisis. Sobre todo por la gran aportación del IRPF, que estará por encima de los 72.000 millones y del IVA, que registrará el máximo histórico con 62.900 millones. Sin embargo, la recaudación del impuesto de sociedades estará aun será la mitad de antes de la crisis.

Rebaja de impuestos

Montoro también ha explicado que trabaja en una reforma, dentro del Pacto de Toledo, para incentivar que los trabajadores que prolonguen su vida laboral. El ministro apenas ha aportado detalles sobre la batería de medidas que ha ido desgranando. Durante su intervención también ha recordado que este año entra en funcionamiento el acuerdo internacional de intercambio automático de información que permitirá a la Agencia Tributaria tener más datos sobre las empresas. En este sentido ha subrayado que mantendrá su política de lucha contra el fraude y ha avanzado que habrá novedades en este campo.

También ha insistido en seguir reduciendo la morosidad tanto de las administraciones públicas como del sector privado. Durante la pasada legislatura, el Ejecutivo popular aprobó varias proyectos legislativos para reducir la morosidad y aunque las Administraciones Públicas lo han reducido, sobre todo a las líneas de financiación preferenciales que les proporciona el Estado (FLA), algunas comunidades incumplen los plazos máximos de pago. Precisamente en este punto, avanzó que penalizará fiscalmente a las empresas que tarden en pagar a sus proveedores.

¿Más gasto social?

El titular de Hacienda ha repasado la evolución de la economia española desde 2012, cuando el PP de Mariano Rajoy alcanzó el poder. Entonces la crisis lanzaba duros coletazos contra España, la prima de riesgo escalaba a niveles insostenibles que dificultaban el pago de la deuda. Cinco años después, la economía española está encauzada en los raíles de la recuperación gracias, sobre todo, a la política monetaria expansiva del BCE y los bajos precios del petróleo. El desempleo y el déficit públicos se han reducido, pero siguen en niveles inusualmente altos y la deuda pública está en máximos históricos.

Durante la pasada legislatura, ha manifestado, "el objetivo de la política economía tenía que ir dirigida a reducir el endeudamiento del sector privado, para ayudar al desapalancamiento de empresas y familias. Cinco años después el sector privado de nuestra economía se ha desapalancado del orden de más de 40 puntos del PIB". Y ha continuado: "Ahora la prioridad es que desendeude el sector público. Ahora mantienen un nivel de deuda pública muy alta, el nivel más alto de nuestra historia".

El ministro de Hacienda se ha detenido en la enumeración del nivel de gasto público de España. Ha explicado que aunque el conjunto del gasto público se ha reducido respecto a 2012, cuando se recortaron gastos por 22.000 millones de euros, el gasto social ha aumtentado. Ha insistido en este aumento del gasto social pero no ha precisado que se computa en este capítulo las pensiones, un gasto que ha crecido con fuerza todos los años por la incorporación al sistema de jubilados con pensiones más altas.

Financiación autonómica

Montoro también se ha referido a la reforma de la financiación autonómica. Uno de los cambios más urgentes para esta legislatura. "El proyecto del gobierno es renovarla, actualizarla, remozarla o reinventarla, si se quiere decir así, para aquellos que son más críticos".

El ministro ha remarcado que es una oportunidad reformarla en estos momentos. "No es lo mismo acometer una financiación autonómica cuando tenemos un déficit público pavoroso que cuando las administraciones públicas territoriales están en equilibrio presupeustario". Y sentenció: "El objetivo es que todos los ciudadanos con independencia del nivel de residencia tengan a acceso al mismo nivel de calidad de los servicios públicos".

Para acometer una reforma de ese calado necesita el apoyo de una gran mayoría y a eso se ha referido: "No se puede hacer una reforma de la financación autonmicia o local contra el criterio de los gobernantes. Ahora o nos ponemos de acuerdo o no tenemos sistema de financiación. Porque no hay mayoría. O lo votamos la gran mayoría conjuntamente o no tendremos nada. Podemos llamar a los mejores expertos pero serán sus señorías los que tenga las palabras…"

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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