K Fund, 50 millones para renovar el capital riesgo español
El nuevo fondo pretende ser más generoso con los emprendedores y apostar por la innovación
Intel, Genentech, Apple, o más recientemente Google, Facebook o WhatsApp nunca habrían crecido si no hubieran contado con inversores de capital riesgo detrás. Tener una idea rompedora no abre la línea de crédito en bancos tradicionales. Accel, Sequoia o KPCB son los fondos que han hecho de Silicon Valley el lugar más innovador del mundo. Con una prudente distancia y una cifra de 50 millones de euros, K Fund se propone seguir esta filosofía en España, renovar el ecosistema emprendedor y ayudar a competir de manera global.
Detrás del fondo están tres rostros conocidos del mundo de Internet: Iñaki Arrola, fundador de Coches.com y Vitamina K; Carina Szpilka, del equipo pionero de ING Direct, e Ian Noel, de Bonsai Venture Capital. La firma la completan Ignacio Larrú (IE Business School), Pablo Ventura (JME Ventures) y Jaime Novoa (Novobrief y Tech.eu).
Arrola (Madrid, 1976) explica el funcionamiento del fondo. Invertirán, sobre todo, en empresas que busquen capital semilla o la primera ronda de financiación. Las cantidades oscilarán entre łos 100.000 euros y los dos millones. Con un límite de siete millones y medio. Considera que la madurez que vive este mundillo hace que sea el momento adecuado: “En España hay ambición. Creo que estamos ante la tercera revolución industrial y no nos podemos quedar atrás. En nuestro país hay una segunda generación de startups con gente muy buena”.
Los inversores de K Fund son tanto institucionales, como el Fondo Europeo de Inversión (FEI), como privados, pero todos tienen un fin común: hacer que se promueva el talento y las ideas innovadoras con una visión sin fronteras.
El ritmo de creación de startups en España crece a buen ritmo. La financiación es acorde. Solo en 2015 consiguieron más 500 millones de euros. En K Fund quieren que casos como el de Carto, Wallapop o sitios de ventas como Privalia y Ticketbits no sean una anécdota.
Las primera inversores de este fondo han sido Salupro, Lucera y Hooks. La primera compara precios de clínicas sanitarias. La segunda ayuda ahorrar en la factura de la luz. Por último, Hooks, pretende aportar racionalidad a las notificaciones en el móvil.
Emprendedores de Internet
No se cierran a un tipo de concreto de empresas o sectores. “Somos muy abiertos. No nos centramos en algo de manera minuciosa, sino en que sea tecnología que se aplica a través de Internet”, aunque añade un matiz: “Lo que requiere mucho capital, como comercio electrónico o hardware, nos lo pensaremos más”. A Arrola no le molesta reconocer errores: “Fui uno de los primeros en apostar por Carto, cierto, pero también dejé Wallapop”.
El plazo que se dan es de cinco años, algo que encaja con lo habitual en las economías más creativas. No se cierran las puertas a las incubadoras y aceleradoras nacionales, pero creen que hay una forma más justa de invertir. “Nosotros evitamos aprovecharnos del emprendedor. Vamos a hacer seguimiento, a dar mentoría, pero no pensamos tomar una partida demasiado grande que impida el crecimiento”, defiende.
América Latina también se plantea en el horizonte: “Va solo un pelín por detrás de España, pero cada vez ofrecen ideas más interesantes. Hay una gran oportunidad allí”.
No es su prioridad, pero no se cierran las puertas a Silicon Valley y sus demo days, como se denomina a las presentaciones a inversores que hacen las incubadoras más respetadas de la zona, Y Combinator y 500 Startups. “Cuando vas, sabes que ya está todo repartido entre los grandes de allí, es casi imposible participar de manera significativa, pero sí nos interesa tener información de primera mano y observar tendencias”, admite.
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