La brasileña Petrobras reduce sus inversiones un 25%

La petrolera brasileña Petrobras divulgó este martes, desde la grave crisis económica en la que se encuentra sumida desde hace años, su nuevo plan de negocios para el periodo 2017-2021. El gigante mixto —del que el Estado brasileño tiene algo más de la mitad del capital— apuesta por una reducción del 25% de sus inversiones respecto al plan estratégico presentado en enero. Es el primer giro de timón bajo la nueva dirección de Pedro Parente, nombrado en mayo. En aquel momento, el presidente Michel Temer ocupaba el cargo de forma interina; ahora, tras la destitución de Dilma Rousseff a finales de agosto, su cargo y su apuesta por Parente se han convertido en definitivas.

Según las nuevas cuentas, Petrobras reducirá sus inversiones de 98.400 millones de dólares a 74.100 millones en cuatro años. La prioridad de la compañía continuará siendo la extracción y producción de crudo y dedicará a ello más de ocho de cada 10 dólares de inversión. El 17% se destinará al refino y el 1% al resto de operaciones de la petrolera. El objetivo principal es reducir a la mitad el ratio de su deuda líquida, de 5,3 a 2,5 veces el valor de sus beneficios brutos de explotación (Ebitda). La deuda de Petrobras asciende a 125.000 millones de dólares, un pasivo mayor que del 85% de las empresas del planeta, según subrayó Parente a principios de agosto.

La deuda de Petrobras asciende a 125.000 millones de dólares, un pasivo mayor que del 85% de las empresas del planeta,

Con el mismo objetivo de reducir deuda, la empresa brasileña promete reducir un 18% sus costes operacionales, reforzar la venta de activos y deshacerse de algunas áreas de negocios para inyectar en caja cerca de 19.500 millones de dólares, frente a los 15.100 anunciados por la anterior dirección. El nuevo plan confirma que Petrobras abandonará actividades de producción de biocombustibles, gas licuado del petróleo, fertilizantes y petroquímica lo que, según los especialistas, abrirá oportunidades de inversión a empresas del sector, tanto nacionales como extranjeras.

“El plan apuesta por tres pilares importantes cuyos números gustarán al mercado: la reducción de la inversión, el recorte de gastos y la venta de activos. El problema es cómo van a alcanzarse esas metas, incluida la de producir 2,7 millones de barriles por día en 2020. Me parece demasiado optimista”, analiza Adriano Pires, consultor del Centro Brasileño de Infraestructura y antiguo asesor del director general de la Agencia Nacional del Petróleo. “El mercado está frustrado, además, porque no ha habido mención de las políticas sobre la fijación del precio de combustible. Y espera transparencia”, completa Pires.

La petrolera, en jaque tras el descubrimiento de una trama corrupta que desvió millones de reales durante años a las élites brasileñas, navega en la peor recesión que ha sacudido Brasil en los últimos 30 años y enfrenta la caída del precio del petróleo.