China comerá por primera vez ciruelas y melocotones españoles

18.000 kilos de ciruelas rumbo a China. Son y simbolizan la apertura del mercado europeo de la fruta de hueso al superhabitado país asiático. De Extremadura a Shanghái, alrededor de 35 días en ruta por barco, para ser degustadas por una clase media alta de la sociedad china que demanda productos de calidad y con una exigente garantía de seguridad alimentaria. Supone el envío de uno de los primeros contenedores de fruta de hueso a China desde Europa después de un lustro de conversaciones, la aprobación de un protocolo exhaustivo de exportación y la reciente firma con el visto bueno de un grupo de supervisores del Ministerio de Agricultura chino.

"Esto es el pistoletazo de salida para abrir mercado a toda la fruta española. España es el primer país europeo que ha firmado el acuerdo con los inspectores chinos y que ya tiene diseñado y aprobado el protocolo de exportación. Esto se puede aprovechar como una ventaja. Suponen unos principios que pueden ser muy importantes para el futuro", estima Miguel Ángel Gómez, gerente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), que todavía no se aventura a estimar la facturación que puede conllevar esta apertura a China, pero considera que paulatinamente se puede trabajar la confianza con los compradores chinos. "Primero tienen que conocernos y progresivamente se puede establecer una programación de envío regular", apunta Gómez.

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Se vaticina como un proceso lento pero interesante. "Es un avance importante que hay que gestionar con prudencia. Es un mercado lejano y con una cultura logística que todavía no tenemos. Contamos además cada vez con más demanda de información de los chinos sobre nuestros productos. Es una puerta que se abre", considera Joaquín Gómez, presidente de la Asociación de Productores Exportadores de Frutas y otros Productos Agrarios de Murcia (Apoexpa). Desde la región mediterránea también se prepara ya una mercancía de paraguayas y melocotones que estos días cumple la normativa manteniéndose a cero grados para evitar plagas y ser enviada en las próximas semanas a China por vía aérea y marítima.

Para la empresa extremeña Tany Nature, que ha enviado su primer contenedor con las 18 toneladas de ciruelas, este cargamento es un desafío por la distancia y por la novedad en la gestión logística. "No solo es la calidad en el trabajo de campo, también se requiere de un envasado óptimo que culmina con una logística eficiente para acortar los días. Llevamos casi seis años preparando este exigente mercado y tenemos que conseguir que se consoliden los pedidos", apunta José María Naranjo, director de desarrollo de mercado de Tany Nature, que destaca que los apoyos de las administraciones han sido fundamentales para alcanzar los acuerdos.

El gerente de Afruex señala también que estas ventas son una alternativa interesante para sortear el veto ruso impuesto desde 2014. "En Extremadura afectó el veto de forma indirecta, sobre todo para el melocotón y la nectarina. No teníamos tanta venta con Rusia pero los que dejaron de venderle aumentaron la competencia en los destinos que teníamos nosotros cerrados", apunta Gómez. "El veto nos afectó a todos y esto no resuelve la cuestión a corto plazo pero puede ser una oportunidad", inciden desde Apoexpa.

El Ministerio de Agricultura informó esta primavera que tras estos acuerdos España se convertirá en el primer importador de melocotones a China, un país que en 2015 importó productos agroalimentarios españoles por valor de 1.079 millones de euros, un 46,7% más que el año anterior y que crece de forma exponencial. "En China hay una cultura de la fruta muy importante. Allí se regalan cestas de frutas en lugar de ramos de flores. Hay mucho consumidor con gran poder adquisitivo y que exige calidad", ilustra Miguel Ángel Gómez.