La creación de empleo en Estados Unidos supera las previsiones en julio

La economía de Estados Unidos registró 255.000 nuevos ocupados el mes de julio. Es un ritmo de creación de empleo que supera cómodamente la previsión de Wall Street, aunque se modera respecto a los 292.000 que se contabilizaron en junio. La tasa de paro, entretanto, se mantuvo estable en el 4,9%. El indicador es lo suficientemente sólido como para que la Reserva Federal mantenga el objetivo de subir los tipos de interés antes de que acabe el año.

El consenso de mercado quería ver 180.000 nuevos ocupados. El mes de julio suele ser complicado para el empleo, porque es el mes que aprovechan las compañías del sector del automóvil para preparar las cadenas de ensamblaje para la producción de los nuevos modelos. Además, la primera lectura del dato de crecimiento del segundo trimestre salió muy débil, de solo un 1,2%, y eso creó dudas. Pero el dato muestra que la economía no está estancada.

La creación de empleo en junio y julio representa por tanto un importante repunte respecto a los 24.000 ocupados que se dan ahora para el mes de mayo. La previsión es que se sigan registrando más de 200.000 nuevos empleos de aquí hasta la celebración de las elecciones presidenciales de noviembre, lo que se correspondería con la media de los últimos tres meses. El gran problema es que la tasa de participación sigue siendo muy baja, del 62,8%.

Estados Unidos tiene en la actualidad 7,8 millones de personas sin empleo. De ese total, dos millones se consideran parados de larga duración. Esa cifra se mantiene estable. El otro punto de vulnerabilidad son los 5,9 millones de ocupados que no tienen otra opción que trabajar en uno o dos empleos a tiempo parcial. También en este caso las cosas no mejoran. Tampoco cambian los dos millones que están al margen del mercado laboral y no buscan empleo de forma activa.

En lo que va de año, 1,3 millones lograron hacerse con un nuevo empleo. Es una mejora sólida aunque hace un año en este punto se sumaban 1,6 millones de ocupados. Esta moderación se explica en buena medida porque EE UU está cerca de una situación de pleno empleo. Del lado de los salarios se observan también mejoras. La remuneración por hora trabajada subió un 2,6% anual, frente al 2,2% hace un año. Sigue baja cuando se compara con el 3,5% previo a la crisis.

La próxima reunión de la Fed se celebra en septiembre, momento en el que podría definir la guía que va a seguir. Antes está previsto que se conozca el indicador de empleo de agosto. El acta del último encuentro servirá también para tener una idea del debate interno entre sus miembros. Aunque la mejor indicación de cara al próximo movimiento podría darla Janet Yellen el 26 de agosto, en su discurso ante el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole.

Charles Evans, de la Fed de Chicago, decía esta semana que ve posible una subida este año aunque sin precisar en cuál de las tres reuniones que faltan. Los integrantes del banco central estadounidense dicen sentirse cómodos con un ritmo de creación de empleo superior a los 125.000 ocupados mensuales. Pero en este momento prima la cautela porque se desconoce el efecto de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, un proceso que debe concretarse.