Martin Winterkorn se aferra a la presidencia de Volkswagen
La empresa discute sobre el futuro de su máximo directivo bajo una enorme presión
El futuro de Martin Winterkorn al frente de Volkswagen se decide en las próximas horas. El directorio del consejo de supervisión, reunido desde las nueve de la mañana en su sede en Wolfsburgo, discute cómo hacer frente al mayor escándalo al que se enfrenta la empresa en sus casi 80 años de historia. La presión es mayúscula.
En los últimos días diversas fuentes internas han tildado de imposible la permanencia de Winterkorn después del escándalo que ya ha obligado a dotar una provisión de 6.500 millones y que ha traído pérdidas históricas en Bolsa y un desprestigio mundial. Pero Winterkorn, al frente del mayor vendedor de coches del mundo, se resiste a marcharse. En un mensaje difundido el martes, ofreció sus disculpas y subrayó la voluntad de investigar el escándalo hasta el final. Pero no dio ninguna muestra de estar pensando en dejar el mando. Antes de que estallara el escándalo, todo estaba preparado para confirmar la prórroga de su contrato hasta 2018.
Para lograr su objetivo, Winterkorn deberá convencer a tres hombres: Wolfgang Porsche, representante de la familia primera accionista; Stephan Weil, jefe de Gobierno del Estado federal de Baja Sajonia, con un 20% de las acciones; y Bernd Osterloh, presidente del Consejo de Supervisión. La cúpula de este órgano ya se reunió en la tarde del martes, y la decisión final será tomada el próximo viernes por los 20 miembros del Consejo de Supervisión.
Algunos medios alemanes ya han señalado al hombre que podría sustituir a Winterkorn. Matthias Müller, actual jefe de Porsche, conoce bien la compañía y, a sus 62 años, podría ser una figura de transición en estos tiempos revueltos. Pero la decisión definitiva aún no se ha tomado. Para ello será importante dilucidar qué sabía Winterkorn de la manipulación con la que la empresa trataba de esquivar las normativas medioambientales. Muchos expertos consideran difícil de creer que el hombre que dirige la empresa desde 2007, un ingeniero al que le gusta estar al día sobre los detalles técnicos de los vehículos, no tuviera ninguna noticia sobre el software que ha desencadenado una crisis sin precedentes.
Las presiones no vienen solo de dentro de la empresa. “La dimisión inmediata de Winterkorn es inevitable, incluso aunque él mismo no comparta aún esta opinión. Incluso aunque no supiera nada de la manipulación debe irse”, sostiene el periódico Süddeutsche Zeitung. “Puede ser que tuviera noticias de las investigaciones que se estaban llevando a cabo en EE UU o no. En el primer caso, tiene que irse inmediatamente. En el segundo, habría que preguntarse cómo una violación de las leyes tan flagrante no fue comunicada a la cúpula. Y en este caso las cosas también se le complicarán”, asegura a la agencia Reuters el analista Arndt Ellinghorst.
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