Confuso PIB
Lamentablemente, 2015 será un año perdido para la política económica
El objeto de la contabilidad nacional es permitir analizar las tendencias principales de la actividad económica. Pero en España cada vez es un ejercicio más complejo. El PIB creció 0,9% trimestral, cifra similar al cuarto trimestre. Cualquier ciudadano pensaría que apenas ha habido cambios en las tendencias pero las tripas del PIB son una gran aventura.
Eliminando el consumo público, la actividad privada habría crecido un 3,5% anualizado en el cuatro trimestre y un 2,5% en el pasado trimestre. Por lo tanto, el ciclo ha perdido intensidad. Si miramos datos de empleo asalariado en construcción se habrían creado 39.000 empleos. Pero el Ministerio Empleo dice que solo se han afiliado 23.000. La construcción se ha reactivado por el ciclo electoral, pero cuesta creer que cree uno de cada tres empleos.
En el cuarto trimestre el deflactor del PIB caía un 1% anualizado, y en el primer trimestre el INE dice que crece el 2%. Desde hace milenios los economistas sabemos que la inflación es un fenómeno monetario. Pero no hay precedentes históricos de ningún banco central que haya conseguido acabar con la deflación en tan solo tres meses. Las exportaciones de bienes y turísticas caen con respecto al trimestre anterior. Pero el INE consigue que el total aumente con un crecimiento del 65% de las exportaciones de servicios no turísticos, de nuevo sin precedentes de esa serie desde 1995 que el INE publica datos.
Conclusión: conviene mirar otros indicadores para seguir la marcha de la economía. Los datos de afiliaciones indican que la recuperación sigue su curso, con la incorporación de la industria. El consumo en Francia se ha reactivado en el primer trimestre, y en Alemania crece a su mayor ritmo desde hace 15 años. Eso es bueno para nuestras exportaciones. Las compras de deuda del BCE han reducido la restricción de crédito y eso, junto a la mayor actividad industrial, favorece la inversión de las empresas y daría más solidez a la recuperación.
Desde la llegada de Syriza al Gobierno, Grecia padece una fuga de depósitos, han entrado en recesión y la recaudación de impuestos cae un 2% anual. El país heleno vive en el filo de la navaja y la probabilidad de salida del euro es del 50%. Otro Lehman nos acecha y conviene ser prudentes.
Muy preocupante es no entender que nuestra deuda pública y nuestras hipotecas tengan tipos de interés inferiores a EE UU es una anormalidad. Lo provocan las compras de bonos del BCE, que ha advertido de que acabarán en 15 meses. Draghi nos ha dado un tiempo precioso para reducir el déficit con el aumento de recaudación y para sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento global y que apueste por el capital humano y la tecnología.
El Gobierno español cerró 2014 con 11.000 millones de recaudación tributaria menos de lo previsto y esa será su herencia. La legislatura ya ha acabado y estos son retos que tendrá que acometer el próximo Gobierno. Lamentablemente, 2015 será un año perdido para la política económica. Confiemos en que Europa siga creciendo.
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