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La industria impone una bajada en los precios de la leche

Las ganaderías sacrifican vacas viejas para reducir la producción

Los precios de la leche en origen han experimentado desde este mes de octubre una reducción media de entre dos y tres céntimos de euro por litro, según una medida adoptada de forma generalizada por todas las industrias del sector. Con esta decisión, las cotizaciones de la leche han experimentado esta campaña una reducción de casi un 20%, desde entre 0,39 y 0,40 euros hasta una media de entre 0,32 y 0,33 euros.

La bajada de los precios se ha producido en el momento de la renovación de los contratos entre los ganaderos y las empresas, que actualmente tienen una duración media de entre tres y seis meses, y donde se establecen las cotizaciones para el periodo.

El objetivo de la Administración es que desde el 1 de enero de 2015 los contratos tengan una duración de un año de forma obligatoria, con el fin de ofrecer una mayor estabilidad a los mercados.

La política de rebajas adoptadas por la industria y no aceptada por el sector ganadero, respondería, en primer lugar, a la evolución a la baja de los precios de los productos lácteos en los mercados exteriores y muy especialmente para la leche en polvo y la mantequilla.

El veto ruso a las exportaciones ya se ha traducido en los principales países productores de la Unión Europea en un aumento de los excedentes de leche y, sobre todo, de quesos, con caídas de precios para sus ventas a España. Las industrias aplican igualmente esta política como una forma de presionar a las propias explotaciones para que reduzcan sus producciones ante el riesgo de superar la cuota y pagar una penalización de 0,27 euros por kilo de rebasamiento.

Aunque parece que en las últimas semanas se ha reducido la oferta, los datos que maneja la Administración apuntan todavía a una superación de la cuota para la campaña que finaliza el 31 de marzo. Agricultura enviará una carta a cada ganadero informando sobre su situación productiva a efectos de cuota.

El temor a superar la cuota y el hecho de que los alquileres de la misma se hayan disparado han provocado que miles de explotaciones hayan adoptado sus propias políticas para reducir la oferta. Entre esas medidas destaca el sacrificio de los animales de más edad por encima de las tasas de reposición que se hacen cada año, aproximadamente entre un 20% y un 30%, según señala Román Santalla, responsable de ganadería de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

Estos sacrificios han bloqueado algunos mataderos ante la falta de mercados para este tipo de carnes, que anteriormente se exportaban a Rusia provocando además una caída de los precios de hasta 300 euros por animal. Para reducir la oferta, los ganaderos han procedido también al secado de vacas, inseminar novillas que paran a partir de la próxima campaña y modificar el componente de la ración alimentaria para producir menos leche.

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