Sombras en la nueva tarifa de la luz

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ve luces y sombras en la nueva fórmula para el cálculo de la tarifa eléctrica. El superregulador de los mercados cree que la nueva metodología puede reducir el precio de la electricidad al eliminar la cobertura de las subastas trimestrales, pero haciéndolo menos estable, con variaciones que pueden oscilar entre dos y seis euros al mes. La CNMC concluye que la nueva fórmula complica el cálculo de la factura al comercializador al tener que facturar por horas y por ello recomienda ampliar el plazo de un mes para su entrada en vigor. El organismo viene a concluir que el nuevo mecanismo es solo un parche y que hacen falta reformas para una liberalización de mayor calado en el mercado eléctrico minorista, incluyendo una “hoja de ruta para la desaparición” de la tarifa doméstica.

Competencia explica que con el nuevo Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) se pasa de un modelo en el que el precio de la electricidad se fijaba a priori, a través de las subastas trimestrales CESUR, a un mecanismo en el que el consumidor abonará el precio que ha tenido en el mercado de contado la energía consumida en cada periodo de facturación con dos modalidades, por horas o bimestralmente según el consumidor disponga o no de contadores inteligentes. En España hay 27 millones de consumidores con derecho a Precio Voluntario, de los que 16 millones han optado por él y 9 millones se han pasado al mercado libre. El Plan de Sustitución de Contadores prevé que a 31 de diciembre de 2014 estén operativos 7 millones de contadores con telegestión (el 35%) y el resto antes de 2018.

En un informe de 72 páginas, el superreguldor detalla una serie de inconvenientes para el nuevo método. Advierte que la puesta en marcha de la nueva fórmula es compleja y requiere “realizar una labor informativa dirigida al consumidor para que conozca dónde puede consultar los precios del mercado eléctrico para el día siguiente”. “Tan solo los consumidores informados y que tengan equipos de medida con telegestión tendrán capacidad, por el momento, para utilizar eficientemente las señales de precio que se deriven del mercado, de modo que éstas repercutan en una reducción del precio”, añade.

La nueva fórmula, indica la CNMC, presenta mayor variabilidad de precios, “pudiendo en los meses de consumo más elevado suponer una variabilidad adicional sobre el mecanismo vigente de 2 euros”. Se señala que “en determinadas circunstancias (típicamente en los meses de mayor consumo o con mayor lluvia o viento) la variabilidad con el nuevo mecanismo podría dar lugar a incrementos o descensos de la factura de seis euros”. Todo ello sin considerar el impacto que tiene sobre la factura la propia estacionalidad del consumo, añade.

La CNMC considera necesario una normativa que obligue al comercializador a informar a sus clientes del impacto de la nueva fórmula. El superregulador promoverá un código de buena conducta para los comercializadores. Además, se compromete a crear un sistema en su web que permita a los millones de consumidores afectados comprobar por sí mismos que su factura es correcta.

La nueva fórmula complica la elaboración de las facturas al comercializador y la comprobación de la misma al consumidor, al incorporar 1.480 valores (las horas de dos meses). Por ello, considera insuficiente el plazo de un mes previsto en la norma para la adaptación de las comercializadoras.

La conclusión de la CNMC es que hace falta una liberalización más ambiciosa. “Para el desarrollo eficaz del mercado minorista sería necesario establecer una hoja de ruta para la desaparición del PVPC”. Este plan debería comenzar una vez se encuentren en funcionamiento los mecanismos de cambio de suministrador y se hayan introducido las medidas para una completa transparencia en el proceso de contratación y un mayor conocimiento del consumidor de la oferta contratada, explica la CNMC tras destacar los beneficios que la liberalización ha traído en mercados como el de las telecomunicaciones.

La CNMC considera que la principal dificultad para una competencia efectiva en el sector no viene de la existencia de un precio regulado, sino de la estructura verticalmente integrada de los principales grupos.

No obstante, la CNMC valora positivamente, en su informe, que la nueva fórmula puede reducir el precio de la electricidad. En términos medios, en el periodo comprendido entre julio de 2009 (primera subasta CESUR) y octubre de 2013 (último dato disponible) el coste de la electricidad derivado del sistema actual ha sido un 11% superior al que habría resultado de aplicar los precios registrados en mercado, como ahora se propone. Con ello, los consumidores han estado pagando de media una factura un 4,3% superior a lo que hubiera resultado con este nuevo modelo, aunque no puede saberse lo que habría ocurrido en el futuro. Eso sí, Industria admite que para los consumidores que quieran asegurarse un precio fijo anual el sobrecoste puede ser aún mayor que con el anterior sistema.

La CNMC también considera positivo que la nueva fórmula llegará a transmitir a los consumidores las señales adecuadas de precios, pero solo cuando éstos cuenten con los contadores inteligentes. En un día laborable entre las horas punta y valle existe un diferencial de precios de 1 céntimo/KWh. El supervisor cree que eso contribuirá a modificar los hábitos de los consumidores y permitirá corregir a medio plazo las puntas de demanda, facilitando un consumo más eficiente y sostenible para todo el sistema.

Por último, el regulador considera que se debe adaptar el bono social a la nueva fórmula para no perjudicar a los consumidores más vulnerables.