Bruselas propone endurecer las condiciones para las ayudas a los bancos
Las entidades deberán presentar de antemano un plan de reestructuración, con pérdidas a accionistas y preferentistas
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles endurecer las condiciones para las ayudas públicas a bancos en crisis siguiendo el modelo aplicado en el rescate bancario para España. Las entidades beneficiarias estarán obligadas a presentar de antemano un plan de reestructuración y a aplicar pérdidas a accionistas y preferentistas, como han hecho en España, donde los inversores en estos productos y los inversores en acciones han soportado pérdidas en los bancos que han recibido ayudas.
El nuevo régimen entrará en vigor el 1 de agosto y se aplicará probablemente hasta 2018. Desde esa fecha regirá ya la nueva directiva sobre resolución de crisis bancarias, todavía más dura ya que extiende las quitas a bonistas sénior e incluso a depositantes con más de 100.000 euros que no sean particulares o pymes.
"Los bancos que solicitan una recapitalización deberán en adelante presentar un plan de reestructuración sólido, que abra la vía a un proceso de reestructuración más rápido y eficiente", ha dicho el vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia.
"En particular, los propietarios y los acreedores subordinados del banco afectado deberán contribuir antes de cualquier reflote pagado por los contribuyentes. Este cambio introducirá más igualdad de trato entre bancos comparables establecidos en Estados miembros diferentes y reducirá la fragmentación de los mercados financieros", ha alegado Almunia.
Desde el inicio de la crisis, la Comisión ha venido autorizando las recapitalizaciones como medidas de salvamento temporales y sólo adoptaba una decisión definitiva cuando se le presentaba un plan de reestructuración en los seis meses siguientes.
Retrasos en la reestructuración
Este modelo, según Bruselas, ha garantizado una estabilización rápida de los mercados financieros y ha frenado los riegos de contagio, pero ha supuesto importantes retrasos en la reestructuración de los bancos, algunas de las cuales están pendientes desde 2009.
"El programa español -en el marco del cual cada uno de los ocho planes de reestructuración se ha autorizado en menos de cuatro meses- demuestra que es posible simplificar este proceso", alega el Ejecutivo comunitario.
Las nuevas reglas obligan además a los bancos que reciban ayudas públicas a imponer un tope a la remuneración de los directivos. El objetivo es incitar a los directivos a poner en marcha el plan de reestructuración y a devolver rápidamente las subvenciones.
La CE propone una autoridad para liquidar bancos
La Comisión Europea (CE) propuso este miércoles crear una autoridad y un fondo únicos para liquidar los bancos en dificultades, con el objetivo de coordinar directamente desde Bruselas los procesos de bancarrota y evitar que se tenga que recurrir a dinero público. El proyecto de reglamento, que cubre a los 6.000 bancos de la zona del euro y los de aquellos otros países europeos que deseen unirse al sistema, establece un papel preeminente para la CE, que tendrá la última palabra a la hora de decidir si hay que dejar caer una entidad o no. El mecanismo único será "la piedra angular de la unión bancaria" en la zona del euro, dijo el comisario europeo de Mercado Interior, Michael Barnier, durante la presentación de la propuesta. Éste estará compuesto por los organismos responsables de la resolución bancaria de cada uno de los Diecisiete países de la zona del euro y de los otros Estados miembros que se acojan al sistema, y por representantes de la CE y el Banco Central Europeo (BCE). La autoridad se encargará de aplicar las futuras normas de reestructuración y liquidación bancaria europeas, que recomendará cuándo y cómo liquidar un banco en concreto, pero que no podrá tomar la decisión final de llevar a cabo esta operación, una responsabilidad que recaerá en el Ejecutivo comunitario.
Por su parte, el fondo único de liquidación bancaria será una "caja única" que integrará los fondos de liquidación bancaria que hasta ahora solo existen en algunos países, como España y Alemania, y estará dotado de unos 55.000 millones de euros aportados íntegramente por el sector privado. La banca deberá ir transfiriendo año a año 5.500 millones de euros, hasta alcanzar el monto total en 2025. La propuesta cuenta con la oposición abierta de Alemania, que considera que para crear una autoridad única de liquidación bancaria es necesario cambiar los tratados comunitarios, un proceso que puede llevar años.
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