“Pescanova ha superado momentos mucho más difíciles que el actual”
Manuel Fernández de Sousa (Mérida, 1951), presidente de Pescanova, rompió ayer un silencio que mantenía desde hace tres meses, cuando la crisis de su compañía saltó a la luz pública. Decidió dar la cara el mismo día en el que fue imputado por las sospechas de que falseó las cuentas de la empresa y usó información privilegiada. Asegura que no teme a la justicia, porque tiene la moral tranquila. Critica el trabajo de BDO e incluso el de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Y todo, pese a que no esconde que ocultó información a los accionistas. Tampoco que su contabilidad usaba a veces criterios distintos de los establecidos. Sin embargo, considera que todo se justifica por un mismo motivo: “Todo lo que he hecho ha sido por el bien de la compañía”.
Pregunta. ¿Por qué una empresa que parecía solvente pidió el preconcurso de la noche a la mañana?
Respuesta. Nuestro plan era sacar a Bolsa parte de los activos de Chile antes de final de año. No pudo ser. Decidimos que podíamos vender una de las áreas de cultivo de salmón, porque con el resto ya superábamos nuestros objetivos de producción. Había varias empresas interesadas. En febrero estuve negociando con Marine Harvest y prácticamente cerramos la venta. Los precios del salmón habían subido. Y decidimos pedir algo más de dinero. Quedó en suspenso. Teníamos esta operación casi hecha. Pero no pudimos cumplir el plan de desinversión. Teníamos graves problemas de financiación a corto plazo. Y eso es lo que comunicamos el 28 de febrero: que o vendíamos rápido los activos o teníamos problemas para continuar con la marcha del negocio y que presentar el preconcurso de acreedores para renegociar la deuda. Con la venta hubiéramos resuelto todos los problemas. No pudo ser y tuvimos que tomar una decisión. Una empresa como Pescanova que factura 1.700 millones de euros necesita al menos 1.700 millones de euros de capital circulante en este sector para funcionar.
P. Solo menciona problemas de tesorería y de crédito. Pero usted mismo acabó reconociendo que también había "discrepancias contables". ¿Se han ocultado deuda o pérdidas?
R. Está todo en la contabilidad de Pescanova.
P. ¿No hay una contabilidad B?
R. No, no la hay.
P. ¿No hay una deuda mayor a la que se comunicó?
R. La deuda depende de cómo la tengas reflejada. Depende de si la tienes con o sin recurso, de si tienes depósitos… hay cosas que cambian el perfil de la deuda. A eso me refiero cuando digo a la CNMV que hay una discrepancia importante en la contabilidad. Todo había sido auditado con los mismos criterios durante años, y BDO siempre dio el visto bueno. Pero en un momento hubo temas de discrepancias sobre si el recurso debe o no estar reflejado. Se habla mucho de la deuda. De lo que se habla poco es el valor de la empresa. Lo importante es si los activos soportan el valor de la deuda. Y el valor de empresa está ahí. Los derechos de pesca, la marca… eso son valores.
En las cuentas está todo. No existe una contabilidad B”
P. ¿Y esos valores están en sus libros?
R. Sí, pero ¿cuál es su valor real? Es como si mañana una empresa minera encuentra un yacimiento de petróleo. En sus libros lo pondrá casi a cero. Pero si se lo vende a otra empresa por varios millones, entonces lo apunta en sus libros con un valor concreto. La contabilidad penaliza casos como el nuestro, porque podríamos activar el I+D o inversiones en proyectos de acuicultura, pero lo hemos llevado a gastos. Nuestra marca en los libros de Pescanova está a cero. Las cuotas de pesca están a cero. Y así muchas cosas. Pero su valor intrínseco está ahí.
P. Han aparecido unas 100 entidades financieras a las que les adeuda más de 3.000 millones de euros. En el balance había menos de 1.000 millones apuntados
R. Contabilizados estaban todos. La cuestión es que depende de cómo estaban reflejados. La deuda de Pescanova matriz, que es la que está concursada, es de 2.314 millones de euros, de los cuales 369 millones son de obligaciones convertibles. Según la central de riesgos del Banco de España (CIRBE), a la que pueden acceder las entidades y la CNMV, la deuda es de 1.970 millones más 360 millones de obligaciones convertibles. Casi la misma cifra. Y ambas cifras han sido siempre públicas. La deuda consolidada es mayor, porque las filiales también tienen una deuda adicional. Esas cuentas ahora las tiene la CNMV. Pero la mayor parte está en la matriz.
P. En las cuentas de la CNMV de septiembre de 2012 apuntaban una deuda mucho menor que la que cuenta ahora...
R. La deuda financiera a septiembre se guía por criterios contables que no eran los correctos. Pero si uno contrata a alguien como BDO, lo que espera es que si se equivoca le ayuden a no equivocarse. Pero tanto BDO como la CNMV tenían acceso al CIRBE.
P. Los accionistas no tienen acceso a esa información.
R. Realmente en las presentaciones para inversores lo que se valora es la capacidad de generar valor, el Ebitda. Y nuestros proyectos los tienen.
P. Pero a los accionistas les dijeron que tenían 1.522 millones de deuda...
Si hay falsedad en los números habría que imputar a la CNMV y a BDO”
R. En la contabilidad está todo. La presentación de un balance puede variar de muchas maneras. Si tienes factoring sin recurso, ya no está en la deuda. Si tienes descuento sin recurso, tampoco lo tienes que meter. Si hablas de deuda financiera neta y tienes depósitos, entonces baja tu deuda financiera neta... Eso es lo que hace que determinadas presentaciones las puedas hacer.
P. La CNMV y el auditor forense investigan si se han usado facturas falsas. ¿Se usaron?
R. Aún no está el informe del auditor forense, pero no es así.
P. El juez Ruz le ha citado como imputado por posible falseamiento de cuentas. ¿Qué le parece?
R. El juez lo que hace es admitir el informe de la Fiscalía, que ya era conocido. Si hay un falseamiento de cuentas debería ser imputado BDO, el auditor.
P. ¿Usted no?
R. La querella también va contra mí. Pero todo eso se aclarará en la justicia. En realidad el auto va más en la línea de investigar si con la venta de acciones hubo una situación incorrecta o delictiva de una serie de accionistas. Porque si hablamos de falseamiento de cuentas, debería haber imputado a BDO o incluso la CNMV, que tenían todos los datos.
P. ¿Conocía BDO que existían todas esas deudas?
R. Sus informes no tuvieron salvedades durante 10 años.
P. Si cree que no hubo falseamiento, ¿admite al menos que hubo error?
R. No hubo falseamiento, por tanto, si estuviera mal, habría error. Pero estaba todo en la contabilidad y todos ellos tuvieron acceso a todo.
P. ¿Por qué no comunicó la venta de sus acciones a la CNMV como manda la ley?
R. Uno cuando vende, puede hacerlo por dos motivos: porque no cree en la compañía o porque creyendo, necesita hacerlo, porque le hace falta. Mi caso es el segundo. Si yo no hubiese creído en Pescanova o en su proyecto, hubiese vendido todo y me hubiera ido. Yo ni dimití ni me fui. Sigo siendo el accionista mayoritario. Y destiné una parte del dinero a dar liquidez a la compañía.
P. Logró 32 millones y destinó menos de 10 a la empresa. ¿Qué pasó con el resto?
No tengo miedo a haber sido deshonesto con mi moral”
R. Destiné la parte que me quedó. Porque desgraciadamente yo tenía problemas de liquidez y obligaciones financieras que atender
P. ¿Y por qué no comunicó la venta a la CNMV?
R. Antes que eso, me gustaría explicar qué información relevante es la que yo tenía: que estaban subiendo los precios del salmón, del langostino, del rodaballo...
P. Eso es información pública.
R. Esa es una información que yo usé en febrero. Lo que yo sabía es lo que precios estaban subiendo de forma muy importante. Y cuando uno vende con subidas de precios del 30%, no vende porque quiere. Vende porque hace falta. Pescanova no solo es viable: va a salir adelante y va a ser mucho más rentable porque las inversiones ya están hechas.
P. Pero usted también sabía que la empresa tenía serios problemas de liquidez...
R. No los tenía si vendíamos el salmón. Y de hecho, estaba prácticamente vendido. Y con estos proyectos funcionando de esta manera obviamente tendríamos también unas expectativas de Ebitda mucho mejores que las inicialmente previstas. Yo me retrasé en la comunicación a la CNMV y lo hice en mi perjuicio, porque al final lo he comunicado yo mismo, y con todo lujo de detalles…
P. Cuando la CNMV ya le estaba investigando…
R. Lo hubiese tenido que comunicar igualmente. Es algo que a mí me perjudica, lo hubiese podido haber hecho en enero, o en febrero, me habría ido mejor porque no tendría los problemas que tengo ahora. Pero a la empresa le hubiese ido peor. A veces tienes que optar por el sacrificio. ¿Quién se pudo beneficiar de que yo me retrasara en comunicar? Pues solo Pescanova. No tenía ninguna duda de que salíamos adelante. Y si no, me hubiese sido mucho más fácil dimitir, vender mis acciones y evitar dar explicaciones
P. Quizá fuera bueno para la compañía, ¿pero lo era para los accionistas?
R. Nosotros sugerimos el 28 de febrero, cuando hablamos del preconcurso, que la cotización quedara suspendida. Se suspendió, pero 24 horas después se levantó. ¿Por qué la CNMV levantó la suspensión en 24 horas? ¿Qué cambia en 24 horas? A eso siguió un periodo de siete días de altísima volatilidad, con caídas que obligaron a los fondos a vender para parar las pérdidas. No lo hubiéramos tenido si la CNMV no hubiera actuado así. Muchos fondos probablemente no hubieran vendido, pero se produjo confusión. Fue un gran error por parte de la CNMV.
P. El consejero Jesús García, una persona muy cercana y que ha trabajado toda la vida en la empresa, ha dimitido porque dice que ha perdido la confianza en usted. ¿Qué le parece?
R. En la estrategia de defensa de cada consejero y de cada uno, a veces se dicen cosas... Pero estoy dispuesto a aceptar la crítica de todo aquel que crea que tiene motivos para criticarme.
He dedicado toda mi vida, mi familia y mi patrimonio a la empresa”
P. La CNMV sospecha también que ocultó pérdidas.
R. ¿Cuánto vale Pescanova? ¿Cuánto es lo que hemos creado? Lo que hemos creado evidentemente son beneficios. ¿Pescanova vale más de 4.000 millones de euros? Los vale. Estos años hemos generado un crecimiento de valor muy grande.
P. ¿Pero ganaban dinero o no?
R. Los activos soportan todo lo el pasivo. Y si no, no nos los querrían comprar todos. Hay montones de gente interesada. Hemos creado ese beneficio, ese valor.
P. ¿Tiene miedo de poder ir a la cárcel?
R. Empecé en el año 76. Durante los 37 años de mi vida que he dedicado a Pescanova he cometido errores y desaciertos. Pescanova ha vivido momentos más difíciles que este y los ha superado: he vivido etapas en las que no había proyectos; cuando la ONU extendió la zona económica exclusiva de explotación de los recursos marinos a 200 millas y nos quedamos sin sitio donde ir a pescar en 1982; a principio de los 90 vivimos una devaluación brutal de la peseta que ni siquiera Argentina ha sufrido… Ha habido fallos. Pero nuestros aciertos han sido superiores. Porque Pescanova nunca ha tenido un proyecto mejor armado que el que tiene ahora. He dedicado mi vida, he sacrificado mi familia, mi patrimonio... Y le digo más: me he arriesgado quizá sin saber que podía tener problemas de financiación que luego han llegado. Yo no tengo miedo de no haber sido honesto con mi moral, porque creo que siempre he hecho lo mejor para una empresa que hoy tiene 11.000 trabajadores. Hemos generado riqueza donde no la había, y todo el mundo ha cobrado siempre sus nóminas.
P. ¿Cree que la empresa se salvará en manos de Deloitte?
R. Lo que creo es que en España, en todos los concursos voluntarios, hay un régimen de intervención. Y en un concurso necesario, el consejo desaparece. Pero en nuestra situación se decretó algo que no es ni una cosa ni la otra. Y eso es atípico. Especialmente en una empresa tan compleja como esta. Es compleja para Deloitte y para cualquiera. Pero dicho eso, yo soy el primer interesado en que Pescanova salga adelante porque lo he sacrificado todo por ella. Así que estoy colaborando. Porque no olvide que sigo siendo el mayor accionista de la empresa.
P. ¿Presionó a una empresa que presta servicios a Pescanova para que despidiera al marido de una periodista de Expansión por lo que había publicado de su compañía?
R. No. Además, tendría que estar loco, ¿no? Le voy a decir más: llegué a ofrecerle a ella ser jefe de prensa de Pescanova. Y le ofrecieron a él que se reincorporase. Lo único que le pidieron es que, si ella estaba escribiendo de Pescanova, él en los temas de Pescanova no interviniera. Pero al final, como es mi palabra contra la de otros, si no me quieren creer, qué voy a hacerle.
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