La falta de nuevos estímulos contiene la alegría en los mercados y las bolsas
La prima de riesgo se mantiene en su mínimo desde agosto de 2011 gracias a la rebaja de tipos
No hubo desacato a la autoridad de los mercados: el Banco Central Europeo cumplió con la tan esperada rebaja de tipos de interés y el anuncio permitió mantener la buena racha para títulos de deuda de países con problemas, como España o Italia, pero también para los fuertes de la eurozona, como Alemania. Los inversores apenas reaccionaron el jueves, debido a que el abaratamiento del precio del dinero ya se había dado por hecho y festejado desde hacía días, por una parte; y a que el presidente del BCE, Mario Draghi, por otra parte, no sorprendió con otras medidas expansivas de calado que aceleraran la carrera.
Es más, las subidas de bonos y las bolsas españolas se dieron la vuelta en cuanto Draghi habló y, además de omitir el anuncio de cualquier otro estímulo, dejó caer que el BCE podría plantearse gravar a los bancos por el exceso de capital depositado en el banco. Luego, se recuperó el terreno perdido.
Nunca en la etapa del euro el precio del dinero había estado tan barato —del mínimo histórico del 0,75%, acordado el pasado julio, al 0,50% formalizado ayer—, de modo que los inversores corren a colocar su dinero en productos como los títulos soberanos europeos, con lo que baja la rentabilidad que exigen por ellos.
El sobrecoste que pagan los bonos españoles a 10 años respecto a los alemanes, la llamada prima de riesgo, se contrajo el jueves de los 293 a los 287 puntos básicos (o 2,87 puntos porcentuales), el nivel más bajo desde agosto de 2011. El interés bajó al 4%. La prima italiana siguió la misma tónica y se redujo en 10 puntos básicos, hasta los 259 (sus bonos pagaban un interés del 3,7%). Pero también los alemanes tuvieron una buena jornada y su interés menguó del 1,20% al 1,16%.
“El bono alemán ya no sube por un efecto refugio, sino por un exceso de liquidez y las perspectivas de unos tipos de interés bajo durante tiempo”, señala Ignacio Victoriano, de Renta 4. La deuda española y la italiana viven una fase de calma en los mercados desde el verano, cuando el BCE anunció un plan de compra de bonos para los países que pidieran el rescate, lo que ha actuado como un placebo.
Las grandes bolsas europeas acabaron la jornada prácticamente en tablas. Madrid se contrajo un 0,15% y Milán otro 0,12%, mientras que Fráncfort avanzó un 0,61% y París un 0,05%. Tampoco hubo sacudida alguna en las divisas: el euro apenas bajó del 1,31 al 1,30 frente a dólar.
Los tipos de interés históricamente bajos abonan la idea de que la rentabilidad que los inversores exigen a la deuda europea baje. Para los analistas de ABN Amro, citados ayer por Bloomberg, el bajo precio del dinero y la previsión de que los japoneses busquen diversificar su cartera en Europa implica que la situación para los periféricos puede mejorar más.
Sin embargo, los problemas económicos siguen abiertos: el crédito no fluye en el sur y la recuperación europea no acaba de llegar. Así que los riesgos financieros se mantienen, buena prueba de ello es que Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo, ha reducido la proporción de deuda española e italiana que tiene en cartera. “Las primas parecen razonables, pero no tan atractivas como antes”, señaló Andrew Balls, de Pimco.
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