La tasa de ahorro de los hogares marca otro mínimo y cae al 8,2% en 2012

La economía familiar duerme cada vez en un colchón más fino. El persistente descenso de los recursos de los hogares volvió a reducir la capacidad de los españoles para reservar algo de dinero. La tasa de ahorro volvió a bajar a lo largo de 2012 hasta marcar un nuevo mínimo: se situó en el 8,2% de la renta de las familias. Es decir, que de cada 100 euros que entraron a una casa, se metieron en la hucha familiar 8,2 euros, lo que representa su nivel más bajo desde que arranca la serie del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2000.

Las familias ahorraron el año pasado 2,8 puntos menos que en 2011. Y en el último trimestre del año la tasa cayó 3,5 puntos con respecto al mismo periodo de un año antes. ¿Por qué? Porque tienen menos dinero. Esa es la conclusión del INE, que señala que la renta disponible de los hogares disminuyó un 4,2% en el último trimestre de 2012 con respecto a 2011, lo que supone un recorte de 7.835 millones. Y, a su vez, la disminución de la renta está vinculada con la remuneración de los asalariados, que bajó un 8,5% en el mismo periodo.

La reducción de renta es menor que la de salarios por varios factores, que han permitido mitigar los efectos de la crisis en las economías familiares. Por un lado, mejoran ligeramente, cerca del 1%, los ingresos provenientes de las rentas de la propiedad, como intereses, dividendos y otros rendimientos que obtienen las familias que invierten en Bolsa o similar. Además, aumenta lo ingresado por prestaciones sociales a los hogares (1%) y descienden las cotizaciones sociales pagadas (7,7%). Los impuestos sobre la renta, patrimonio y otros, caen un 1,6% con respecto al cuarto trimestre de 2011.

El retrato que muestra la estadística del INE, el de una sociedad en la que las familias siguen tirando de colchón para llegar a fin de mes, tiene una consecuencia inmediata: el consumo vuelve a caer a final de año otro 0,6%.