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“Si no estás en activo te dejan de llamar”

Raúl ya no contempla registrarse en el SEPE, antiguo Inem

Raúl Brazal en su domicilio en Boadilla del Monte, Madrid.
Raúl Brazal en su domicilio en Boadilla del Monte, Madrid.CARLOS ROSILLO (EL PAÍS)

“En los últimos dos años todo ha ido a peor”, Raúl Brazal González, madrileño de 35 años, trata de desarrollar su profesión como realizador en un entorno de precariedad en el que nunca ha logrado acceder a un empleo indefinido. Al carecer de estabilidad laboral, su trayectoria profesional ha sido trabajosamente construida a base de innumerables colaboraciones con productoras que, en el mejor de los casos, han incluido contrataciones por un máximo de tres meses. Durante este periplo las políticas activas de empleo del Estado no han jugado papel alguno.

Raúl es uno de los 1.116.667 desempleados que hay en España que no están registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), antiguo Inem. En 2001 finalizó sus estudios como Técnico Superior en Realización, una formación que prometía abrirle las puertas de una carrera profesional en el amplio sector de la producción audiovisual. No obstante, Raúl nunca ha logrado la tan ansiada estabilidad.

"A través del Inem no te van a llamar para trabajar en una productora"

Ante esta situación la respuesta más socorrida es darse de alta en el SEPE, pero Brazal ya no la contempla. “Los cursos obligatorios que ofertaban no estaban relacionados con mi campo. A través del Inem no te van a llamar para trabajar en una productora”, sostiene el realizador, que explica que en su industria no cabe tomarse unos meses libres para realizar un curso no relacionado con el mundillo audiovisual. “Si no estás en activo te dejan de llamar”.

La grieta por la que cada vez se deslizan más casos como el de Raúl empieza a hacerse demasiado grande. Cada vez más desempleados, que no están obligados a registrarse, perciben que el SEPE no les ofrece aquello que el mercado laboral está demandando de ellos.

También existen otros factores. “Además de que no creo que me solucione la búsqueda de trabajo, no pienso en darme de alta porque no quiero gastar las prestaciones a las que tengo derecho por lo que he cotizado”, señala Raúl, que no ve el futuro con optimismo. La reducción del número de producciones ha disminuido las posibilidades de trabajo. Varios compañeros han tenido que dejar la profesión y dedicarse a otro tipo de actividades para ganarse la vida. “Está todo en el aire”.

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