Multiplicadores
El FMI ofrece nuevos cálculos sobre el impacto de los recortes en el PIB
En su último número de perspectivas económicas mundiales publicado esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado de forma generalizada y, en algunos casos con mucha intensidad, sus proyecciones de crecimiento para 2013. La rebaja de expectativas de crecimiento para el bloque desarrollado es común a todas las economías que lo componen. En el caso de la economía española, las nuevas proyecciones se revisan en siete décimas, hasta una caída del PIB del 1,3% en 2013.
En este contexto no es casualidad que el FMI haya realizado un análisis sobre los efectos de la austeridad fiscal sobre el crecimiento del PIB, en el que se realiza la pregunta, retórica, llegados a este punto, de si los economistas hemos estado infraestimando los multiplicadores fiscales (dado que las caídas en el crecimiento han sido muy superiores a las previsiones). El multiplicador fiscal es el impacto que tiene sobre el PIB una variación discrecional de un instrumento presupuestario, no causada por los estabilizadores automáticos. Si el multiplicador es bajo, el coste de los programas de consolidación fiscal en función del PIB y del empleo podría ser asumible, y todo lo contrario en caso de ser alto.
El Fondo admite que sus proyecciones hasta ahora han sido erróneas
En 2010, el FMI estimaba en 0,5 puntos la caída del PIB como resultado de una contracción fiscal de un 1%, es decir, un multiplicador de 0,5. Ya entonces, numerosos académicos criticaron los multiplicadores utilizados por el FMI, inferiores a los que sugería un ciclo como el actual y que apuntaba a multiplicadores de 1-1,5 veces. En el informe de perspectivas de esta semana, el FMI revisaba sus estimaciones de multiplicador fiscal hasta el rango 0,9-1,7, apoyadas por la evidencia generada en la denominada gran recesión iniciada a finales de 2008. En este periodo se observa que el multiplicador usado para la generación de proyecciones (0,5) ha sido, de forma sistemática, reducido.
En el caso de España, el Monitor Fiscal del FMI, también publicado esta semana, sitúa el déficit público en el 7% del PIB para 2012 y en el 5,7% para 2013 (excluido el impacto de las ayudas a la banca). Con las nuevas proyecciones del PIB del FMI para la economía española en 2013 (-1,3%) llegamos a un multiplicador fiscal implícito de 1,0. Nuestras previsiones contemplan un déficit del 6,9% al cierre de 2012 (excluyendo la ayuda al sector financiero) y del 5,1% en 2013, con un PIB retrocediendo un 2% en 2013, lo que implica un multiplicador ligeramente superior al del FMI (1,11 frente a 1) y muy superior al implícito en las previsiones del Gobierno (0,3 veces).
En todo caso, y aun cuando el cálculo tradicional de los multiplicadores fiscales se establezca en términos del PIB, creemos necesario centrar la atención en la evolución de la demanda doméstica. Drenajes al crecimiento anual del PIB español de casi 4,5 puntos en 2012 y 2013 son un reflejo más fidedigno de los efectos del ajuste público en la actividad y, sobre todo, en el empleo.
José Manuel Amor y Daniel Suárez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.