El Banco de Inglaterra prevé crecimiento cero para Reino Unido en 2012

La euforia olímpica que se vive en Londres tan solo ha conseguido enmascarar durante estos días estivales las verdades sobre una economía británica que no consigue repuntar, a pesar del drástico plan de austeridad emprendido por el Gobierno y de la alardeada ventaja de no ser parte integrante de la zona euro. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, revisó este miércoles a la baja las previsiones de crecimiento del PIB, desde el 0,8% estimado en mayo hasta una cifra que ahora roza el 0%, ahondando en el interrogante de hasta cuándo se prolongará la recesión en Reino Unido, que ya encadena su tercer trimestre consecutivo.

En su presentación del informe cuatrienal sobre la inflación, el gobernador del Banco de Inglaterra confirmó las perspectivas de crecimiento casi cero para 2012, uno dato que contrasta con la predicción del 2% fijada hace un año. “Estamos navegando por aguas turbulentas, mientras las tormentas siguen llegando desde la zona euro”, manifestó King para caracterizar lo que considera el principal riesgo para la economía británica (la crisis de la moneda única), junto al impacto de los costes energéticos.

El dato anunciado por el gobernador del Banco de Inglaterra contrasta con la predicción del 2% fijada hace un año

El banco emisor predice que la tasa de inflación, que en la actualidad está en el 2,4%, podría colocarse en los próximos meses incluso por debajo del 2% que marcó el Gobierno, y situarse en el 1,3% a finales de 2013.

La radiografía esbozada por King ha alentado las especulaciones sobre un recorte de los tipos de interés (hoy en el 0,5%), pero el gobernador desestimó este miércoles este paso al menos a corto plazo, por considerarlo más contraproducente que beneficioso en cuanto el prejuicio que supondría para algunas instituciones financieras.

“Otro cuarto de punto [de recorte] no va a alterar la diferencia entre conseguir o no la recuperación económica”, subrayó. Los analistas auguran, sin embargo, que el Banco de Inglaterra se verá forzado a intervenir en ese sentido, como máximo en noviembre, especialmente si las actuales previsiones de crecimiento del 1,9% para el año 2013 (en mayo se fijaron en el 2,4%) acaban revelándose excesivamente optimistas.

El propio Mervyn King vino a recalcar gráficamente cómo los británicos no pueden esperar en un futuro próximo mayores alegrías que saborear el éxito de los Juegos Olímpicos: “A diferencia de los [deportistas] olímpicos que nos han procurado tantas satisfacciones, nuestra economía no ha conseguido alcanzar todavía una buena forma física. La idea de que podemos llegar a la meta no es realista, porque todavía nos queda un largo camino…”.

El ministro de Economía, George Osborne, afirmó que el dato es “decepcionante”, pero que da al Gobierno la oportunidad de dedicar el “110% de sus esfuerzos” en dar un vuelco a la situación. Sin embargo, la diputada laborista Rachel Reeve advirtió de que las políticas del Ejecutivo están perjudicando aún más a la economía.