La caída del consumo privado agrava la recesión en el segundo trimestre
El Banco de España estima en un 0,4% la caída del PIB respecto al arranque del año La mejora de las exportaciones evita un arrastre mayor por la debilidad de la demanda interna El supervisor advierte que sigue el deterioro del empleo, cercano al 5% en tasa interanual
Las estadísticas, con su mirada al pasado más reciente, dan otra vida al pronóstico que expertos, organismos internacionales, e incluso el Gobierno, repiten en las últimas semanas: La recesión de la economía española, la segunda en poco más de tres años, va a más. La estimación del Banco de España, a partir de la última cosecha de datos disponibles, sitúa el retroceso de la tasa trimestral del PIB en el 0,4%, una variación negativa que supera en una décima la registrada entre enero y marzo.
El Banco de España ya apostó por un agravamiento de la recesión en el primer trimestre. Pero entonces, el cálculo oficial, suscrito por el Instituto Nacional de Estadística (INE), dejó la caída trimestral del arranque del año en el 0,3%. Fue el mismo descenso que experimentó la tasa trimestral del PIB en el último trimestre de 2011, inicio estadístico de esta segunda recesión. Esta vez, todo apunta a que la estimación divulgada ayer por el supervisor sí será confirmada, dentro de una semana, por el INE. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya adelantó, a principio de mes que, en el segundo trimestre, habría “una caída ligeramente superior” a la encajada por el PIB en los tres primeros meses del año.
El supervisor anima a las empresas a usar la reforma laboral para bajar salarios
El boletín económico del Banco de España concede a la mala evolución del consumo privado —aporta más del 50% del PIB por el lado de la demanda—, buena parte del protagonismo en el agravamiento de la recesión. Según sus cuentas, elaboradas a partir de los últimos datos de matriculaciones de vehículos o ventas de comercios, el gasto de las familias habría bajado un 0,5% respecto al primer trimestre, cuando en el arranque del año se había estancado.
La recesión habría sido más intensa de no ser por “la moderada recuperación de las exportaciones”. El Banco de España destaca que tanto el comercio de mercancías, como las ventas de servicios al exterior mejoraron en el segundo trimestre. Aunque advierte de que los últimos datos del turismo son más endebles.
A la debilidad de la demanda interna, volvió a contribuir la contracción “del consumo y la inversión realizados por las Administraciones Públicas”, que, según los cálculos del Banco de España, habría sido mayor que en el primer trimestre (-0,3%). El supervisor del sector financiero atribuye a los ingresos públicos, inferiores a los presupuestados, el riesgo de una desviación en los objetivos presupuestarios. Y saluda la subida del IVA y la supresión de la paga extraordinaria de los empleados públicos en diciembre. “Cabe esperar que las medidas recientemente aprobadas permitan reconducir la senda de consolidación fiscal”, sostiene.
En la comparación anual, el PIB cae ya un 1%, en línea con las previsiones del Gobierno para el conjunto del año (-1,5%). Del efecto de las medidas adicionales de las comunidades (aprobadas en julio) y de los nuevos ajustes aprobados por el Ejecutivo (concentrados en el tramo final del año), dependerá en buena parte que se cumpla el pronóstico oficial.
Lo que no varía es el deterioro del trabajo. Las afiliaciones a la Seguridad Social, sin el efecto estacional, llevan al Banco de España a suponer una destrucción de empleo similar a la del primer trimestre. En la comparación anual, la pérdida de puestos de trabajo rozaría ya el 5%, muy cerca de los parámetros de la Gran Recesión, en 2009. El supervisor anima a las empresas a “utilizar de forma exhaustiva” las posibilidades que brinda la reforma laboral para negociar a la baja los salarios “como vía para mantener el empleo”.
IVA frente a petróleo
Con la subida del IVA —del 18% al 21%, del 8% al 10% en el tipo reducido—, el Banco de España cree que será suficiente para que “la recaudación se recupere hasta situarse en línea con los objetivos presupuestarios”. Porque, recalca, hasta mayo la caída de ingresos en este impuesto rondaba ya el 10%.
Más allá de los efectos positivos en las cuentas públicas, el supervisor pasa de puntillas sobre los efectos que el alza del IVA puede tener en el consumo, otra de las claves para determinar la intensidad y amplitud de esta recesión.
En lo que sí se pronuncia es en el impacto de la subida del IVA en la inflación, que se ve acompañada además por incrementos en precios administrados “como la electricidad, los medicamentos o las tasas universitarias”.
El supervisor cree que “en el entorno recesivo que vive la economía española cabe esperar que la traslación de las subidas impositivas a los precios de consumo sea solo parcial”. Y, además, apunta a que ese incremento de la inflación, se vera compensado por “el impacto de los menores precios del petróleo registrado en las últimas semanas, tendencia que podría continuar en los próximos meses”.
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