El FMI cambia de discurso y respalda los incentivos fiscales para atajar una posible recesión
Strauss-Khan minimiza el riesgo de déficit y asegura que las rebajas de tipos son insuficientes
En economía, uno de los valores más apreciados es la estabilidad, en los modos y en las formas, porque tranquiliza a los inversores y deja fluir a los mercados. Un principio conocido y respetado ampliamente en las principales instituciones económicas y financieras. Sin embargo, la crisis que se abate sobre los mercados internacionales está dando al traste con este principio rector y, en consecuencia, generando temores entre los analistas que se preguntan cómo será de hondo en realidad el agujero originado por la crisis financiera cuando hasta el Fondo Monetario Internacional ha dado un giro de 180 grados en su discurso en contra del déficit público.
Si hace un mes el FMI defendía con vehemencia la necesidad de mantener la "consolidación de las condiciones fiscales", este fin de semana ha defendido justamente lo contrario al advertir que la quiebra del crédito es tan severa que la reducción de tipos en EE UU no será suficiente para atajar las turbulencias que están azotando los mercados, según ha afirmado su director gerente, Dominique Strauss-Khan, en Davos.
Por ello, el FMI ha instado a establecer "una nueva política de incentivos fiscales" para responder a la crisis ya que, en su opinión, "las medidas monetarias no serán suficientes" para capear el temporal, incentivar el consumo y acabar con el desequilibrio comercial.
Apoyo a la Casa Blanca
En este sentido, Strauss-Khan ha dejado entrever que la institución rebajará sensiblemente a la baja sus previsiones de crecimiento esta semana, cuando tiene previsto publicar sus informes sobre la economía mundial en este 2008.
El mensaje del director gerente del Fondo ha sido celebrado por, entre otros, el secretario del Tesoro estadounidense, Larry Summers, quien ha entendido el mensaje de Strauss-Khan como un respaldo a las rebajas de impuestos anunciadas recientemente por la Casa Blanca a pesar de los peligros que suponen de cara a un previsible aumento del ya alto déficit estadounidense y un estímulo para la inflación.
En la misma línea, Summers ha destacado que es la primera vez en 25 años que el FMI hace un llamamiento a favor de aumentar el déficit fiscal, lo que el alto cargo de Washington atribuye a un reconocimiento por parte de Strauss-Khan del verdadero calado de la crisis, tal y como ha quedado patente en el Foro Económico Mundial de Davos que ha cerrado sus puertas el pasado fin de semana.
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