La renta española por habitante alcanzará el 90% de la media europea este año
Economía advierte que el incremento del IPC de los últimos meses podría repercutir sobre el consumo de hogares
La renta per capita española alcanzará este año el 90% del promedio de la zona euro, cuando en 1991 se encontraba en el 78,9%, según las estimaciones realizadas por el Ministerio de Economía y Hacienda en su último informe de coyuntura.
Según el departamento que dirige Pedro Solbes, la economía española ha presentado en lo que va de año un balance positivo en términos de crecimiento y convergencia con Europa, manteniendo en el primer trimestre un diferencial de crecimiento con la zona euro de 1,5 puntos. La intensificación del crecimiento en el primer trimestre se explica, dice el informe, por una significativa ganancia de pulso de la demanda interna, tanto de consumo como de inversión, que permitió contrarrestar la aportación más negativa de la demanda externa.
"Este desequilibrio exterior, que ha sido una constante en los últimos años, es consecuencia, en parte, del diferencial de crecimiento favorable a nuestra economía, pero también refleja las dificultades para competir y ganar cuota en los mercados externos e internos por el escaso avance de la productividad en los últimos años", explica.
En su análisis, Economía señala que el consumo privado se acelera, favorecido por los bajos tipos de interés y el avance del empleo, aunque advierte, no obstante, que "la orientación al alza de los precios de consumo en los últimos meses, como resultado del incremento del componente energético, ha moderado el avance de las rentas reales y podría repercutir sobre el consumo de los hogares en lo que queda de año". En todo caso, agrega, los indicadores más recientes siguen proporcionando señales positivas, en particular las ventas minoristas y, sobre todo, las ventas de automóviles.
En cuanto a la inversión, las estimaciones de la Contabilidad Nacional reflejaron una tónica más dinámica en el primer trimestre tanto de la formación bruta de capital fijo en equipo y otros productos, como de la variación de existencias, contribuyendo significativamente al mayor crecimiento del PIB en el periodo. No obstante, Economía considera que no hay que descartar los riesgos a la baja que introduce el fuerte aumento del precio del petróleo sobre las perspectivas de los países desarrollados.
La construcción sigue fuerte
Por otro lado, la inversión en construcción mantuvo en el primer trimestre el elevado ritmo de crecimiento del periodo precedente debido, sobre todo, al segmento residencial, que continúa beneficiándose de los bajos tipos hipotecarios, la demanda de inmigrantes y extranjeros y el aumento del empleo, "factores que se traducen en una trayectoria muy creciente de los precios de la vivienda". Sin embargo, algunos indicadores relacionados con la construcción empiezan a moderar su avance, entre ellos el consumo aparente de cemento y los visados de dirección de obra, si bien el fuerte incremento de estos últimos en 2003, particularmente los relativos a los edificios de viviendas, augura un tono todavía muy expansivo en este año de la construcción residencial, dada la naturaleza anticipada del indicador de visados.
En cuanto a la industria, el boletín señala que presenta un menor dinamismo, aunque los datos recientes del Índice de Producción Industrial, de utilización de la capacidad y de clima industrial, que han sido más favorables, podrían apuntar hacia un cambio de tendencia en sentido positivo. De hecho, Economía observa un aumento significativo de la productividad en la industria, por la vía de los ajustes de empleo, que debería contribuir a la reactivación del sector, "cuya recuperación se encuentra cíclicamente retrasada".
La vivienda estimula el crédito
Por otra parte, el Ministerio de Economía y Hacienda afirma que la economía española mantiene condiciones monetarias y financieras suficientemente holgadas en 2004, que han propiciado que la financiación a empresas y familias siguiera creciendo a tasas muy elevadas, "contribuyendo a expandir la actividad económica y el gasto agregado nominal, y a comprometer, sobre todo en el caso de las familias, las rentas futuras, al elevar sus ratios de endeudamiento".
El informe añade que la rápida revalorización que viene experimentando el patrimonio inmobiliario de las familias seguramente ha estimulado dicho proceso. Precisamente, la vivienda sigue impulsando el crecimiento del crédito al sector privado, que mantiene tasas de crecimiento bastante superiores a las del conjunto del área del euro. Así, en marzo pasado, su crecimiento interanual era del 16,8%, resultado de un crecimiento del 14,8% en la financiación a empresas y de un 19,6% en la financiación recibida por las familias.
La aceleración experimentada por el crédito a las familias en el primer trimestre del año hay que atribuirla, como viene siendo habitual, a los préstamos para vivienda que, tras cerrar el año 2003 con un crecimiento del 21,3%, elevaron su ritmo de aumento hasta el 22,7% en marzo. "La evolución de los precios y de la demanda de viviendas explica el mantenimiento de tasas tan elevadas", concluye.
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