Un millar de 'mossos' cortan la Diagonal en protesta por los recortes
El director de la policía no descarta tomar medidas contra los agentes
Un millar de agentes de los Mossos d'Esquadra cortaron ayer por la tarde la avenida Diagonal, una de las principales arterias de Barcelona, durante una manifestación en protesta por los recortes salariales previstos por la Generalitat para reducir el déficit autonómico. El corte provocó un gran atasco a una hora -entre las 18.15 y las 18.45- en que muchos coches circulan por la zona. La movilización comenzó a las puertas de la comisaría de Les Corts, la más importante de Cataluña, mientras dentro se celebraba una reunión entre representantes de Interior y sindicatos sobre los recortes.
Agentes procedentes de toda Cataluña y de todas las unidades silbaron y lanzaron petardos ante la comisaría custodiada por sus compañeros, y pitaron al consejero de Interior, Felip Puig, por unas bajadas de sueldo que no admiten. Horas antes, Puig ya avanzó que los recortes salariales son inevitables. Los agentes de la policía catalana iniciaron sus protestas la semana pasada, a raíz de que Interior les informase de que les iban bajar el sueldo, reducir los días de asuntos personales, eliminar los vales de comida y modificar las retribuciones en caso de baja laboral.
Las negociaciones entre Interior y los sindicatos siguen encalladas
Ante las primeras movilizaciones, Interior convocó a los sindicatos para abrir una vía de negociación. Ayer por la tarde volvieron a reunirse y, al ver que no se atendían sus reivindicaciones, los agentes policiales decidieron protestar cortando la Travessera de Gràcia y, después, la Diagonal.
Al acabar la reunión, Manel Prat, director general de la policía catalana, pidió responsabilidad a los agentes, "porque se puede romper la imagen de respetabilidad, que es difícil de restaurar". Respecto a las acciones de protesta de ayer, Prat precisó que era pronto para dedidir qué medidas tomar por la actuación de los manifestantes, pero no las descartó. Xavier Gibert, secretario de Interior, pidió que las acciones de protesta de los mossos no afecten al normal desarrollo de la vida de los ciudadanos y mostró su preocupación por ello. Añadió que entienden las protestas por la reducción de los sueldos, pero precisó que no puede haber diferencias de trato entre los funcionarios y que el recorte debe afectar a todos por igual. Por todo ello, admitió Gibert, "el margen de acuerdo es muy estrecho" y las negociaciones se centran en trabajar cuestiones de seguridad y condiciones laborales.
Antes de la reunión, los principales sindicatos de los Mossos coincidieron en manifestar que no aceptarán nuevos recortes. "Estas medidas suponen un empeoramiento de la seguridad ciudadana", advirtió Valentín Anadón, portavoz del sindicato SAP-UGT, a la entrada de la reunión con los representantes de Interior. Los representantes de los Mossos dieron por concluidas las negociaciones cuando la cúpula de Interior confirmó lo que ya había dicho Puig: los recortes salariales son inevitables. Gibert atribuyó a ambas partes la decisión de "plantear un paréntesis en las negociaciones para reflexionar" y reanudar la negociación dentro de "unos días". En opinión de David Miquel, portavoz del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), "el conflicto está servido", y amenazó con "acciones más contundentes".
Los sindicatos policiales denuncian que la congelación de nuevas plazas de mossos afectará a la calidad del servicio y critican que, como consecuencia de los recortes, los agentes perderán el 25% del poder adquisitivo.
Estas nuevas protestas se suman al encierro de 50 mossos la semana pasada en la comisaria de la plaza de Espanya, a los controles aleatorios para ralentizar la circulación y a los abucheos tanto al consejero de Interior como al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para dejarles claro su malestar. Las protestas no tienen precedente en el cuerpo y todo indica que van a continuar.
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