Rectora de rectores

No sé si Adelaida de la Calle ha intentado alguna vez dejar de ser como es, cercana, afable, cordial y espontánea, para responder supuestamente de modo más adecuado a las importantes responsabilidades que otros le han otorgado o, mejor, solicitado. Supongo que esa tentación obedece al prejuicio de que un puesto de importancia exige alguna arrogancia y, según los más perversos, ciertas dosis de impostura. No creo que ella fuera capaz de tal desvarío, pero estoy seguro de que ni lo desea. Sin duda, además de su prestigiosa trayectoria académica, o mejor porque es académica y no academicista, su amabilidad forma parte también de su extraordinaria competencia profesional. Las universidades españolas, y la CRUE en concreto, solo crecen en el acuerdo y en el consenso, y ello es compatible con la entereza y con la firmeza. Y Adelaida sabe bien de eso.

Catedrática de Biología Molecular, no le vendrán mal a la Universidad, ni a la sociedad de la que forma parte, sus investigaciones sobre el sistema nervioso o que estudie determinadas adicciones. Pero, sobre todo, su capacidad de trabajo, de dedicación, de esfuerzo es la puesta en acción concreta de su voluntad de luchar por lo que cree. Más a través de la búsqueda en común de soluciones, afrontando unidos los problemas, que enfrentando a unos contra otros. Y mediante su pasión por el conocimiento y por la Universidad. Su lema como candidata en su día, "Juntos más competitivos, más productivos, más internacionales", esconde asimismo una juventud de atleta. La Universidad ha hecho y hace una gran labor, insiste, y hemos de incidir en vincularla más a la sociedad, abrirla a los sectores más emprendedores e innovadores. Y en ello está. Basta comprobar su tarea como rectora en la Universidad de Málaga, hoy Campus de Excelencia Andalucía TECH.

No es difícil imaginar la compleja trayectoria de una mujer en la Universidad y su carrera de obstáculos, ahora que apenas han pasado cien años desde que una pudiera acceder por primera vez y habilitarse para ejercer la profesión correspondiente. Y desde luego, el camino recorrido merece el reconocimiento de quienes más han luchado para avanzar en este sentido. Y han sido y son las mujeres. Hoy trabajamos conjuntamente por modernizar, internacionalizar, con dimensión social y con respuestas para la empleabilidad, las universidades, pero aún nos desafía la búsqueda de mejores condiciones de igualdad. La doctora De la Calle no solo es una referencia, es una vida activa por la Universidad y por impulsar los pasos necesarios. Rectora de rectores (de

77 universidades españolas, solo 10 cuentan con una mujer como rectora), aún preserva su curiosidad, pero nunca se resigna.

Ángel Gabilondo ha sido ministro de Educación en el Gobierno de Zapatero.