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El recorte a grupos antidroga elimina programas de prevención en colegios

La crisis acaba con el bus de atención a toxicómanos de A Coruña y Ferrol

"De cara a 2012 el único objetivo que nos marcamos es el de subsistir". El lamento del gerente de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad), Miguel Plaza, pone de manifiesto la incertidumbre que están sufriendo gran parte de las entidades gallegas sin ánimo de lucro que ofrecen asistencia a drogodependientes y que se ven nuevamente afectadas por los temidos recortes. La supresión de programas de prevención, los retrasos en los pagos por parte de la Xunta o la merma de la capacidad asistencial son algunos de los problemas con los que las asociaciones tienen que lidiar para seguir manteniendo la atención en unos tiempos en los que se multiplica la demanda de estos centros.

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En el caso de Aclad, este no ha sido un buen año. La reducción de las ayudas que recibían por parte de la Administración llevó a principios de 2011 a suprimir el conocido como bus de la metadona, un autocar que se desplazaba por las comarcas de A Coruña y Ferrol y que prestaba atención a cerca de 250 personas. El vehículo dispensaba tratamiento a gente que por su estado de salud no podía acercarse a la sede del centro y ahora se ven en la necesidad de dirigirse a las afueras de la ciudad.

Además, la entidad se ha visto obligada a cerrar los fines de semana y a plantearse un ajuste de plantilla en el mes de marzo que acabó con el despido de tres de los 39 trabajadores con los que contaba a principios de año. Miguel Plaza explica que en la actualidad se encuentran con el personal justo, por lo que no pueden permitirse cubrir las bajas de los trabajadores. "Los días en los que no puede venir algún empleado la única solución que nos queda es la de improvisar", admite el gerente de Aclad.

De cara al próximo año, el centro coruñés asumirá una reducción presupuestaria de un 2,5%, al igual que otras entidades que prestan servicios asistenciales a toxicómanos. En total, la Asociación Galega de Profesionais das Drogodependencias denuncia un recorte de más de 1,4 millones de euros en los presupuestos de la Xunta de 2012 para afrontar el tratamiento de pacientes con trastornos adictivos. No obstante, desde la Consellería de Sanidade sostienen que la Xunta mantiene su compromiso en esta materia y atribuyen la disminución de las partidas a la rebaja por parte del Gobierno central de los fondos asignados al Plan Nacional sobre Drogas.

La asociación viguesa Alborada, una de las más antiguas de Galicia, también se enfrenta este año a una reducción del 2,5% en el convenio que mantiene con el Gobierno gallego y que se suma al 10% que sufrieron durante 2010. "La Xunta nos aseguró que los recortes serían mínimos, pero la verdad es que estamos en una situación límite", revela Jesús Cancelo, director de este centro que ofrece asistencia a unos 3.000 drogodependientes a lo largo del año. Desde la asociación intentan que la atención directa a los pacientes se vea afectada lo menos posible, lo que obliga a recortar por otras vías, como la supresión de programas de prevención del consumo de drogas en colegios o institutos que llevaban varios años realizandose con éxito. Iniciativas como el proyecto CineEnsino de proyección de filmes educativos o el programa Creative para la concienciación de los problemas derivados del consumo de drogas y alcohol durante el ocio nocturno han echado el cierre a lo largo de este año.

Sin embargo, uno de los principales contratiempos para este tipo de entidades son las demoras en los pagos de las subvenciones por parte de la Xunta. "Ahora mismo acumulamos retrasos de cuatro meses", aclara Cancelo, al tiempo que subraya que se trata de una realidad con la que llevan años enfrentándose y común a la mayor parte de las asociaciones sin ánimo de lucro. En este contexto, Alborada y otras muchas se ven forzadas a recurrir a préstamos bancarios para obtener la liquidez necesaria que le permita hacer frente a los pagos.

En la entidad ferrolana Asfedro la previsión también es pesimista. "Llegará un momento en que si continúan haciendo recortes tan drásticos no podremos seguir prestando atención", admite su presidente, Enrique Bustabad. El centro lleva también cuatro meses de retraso en los cobros por parte de la Administración mientras ve cómo aumenta la demanda en la zona debido a la delicada situación económica. En este sentido, Bustabad alerta de la necesidad de que la sociedad ponga el foco en la problemática de las drogas. "En los años 80 era una de las cuestiones que más preocupaba a la gente, ahora parece que desapareció la alarma social cuando la realidad es que con la crisis cada vez son más las personas que necesitan ayuda", explica el presidente del centro.

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