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Salgado opina que no hay base para denunciar el impago de 759 millones

Oriol Pujol cree que Zapatero "estafa" a los catalanes

La Generalitat exigirá hasta el último minuto al Ejecutivo socialista -en funciones- que pague los 759 millones pendientes de la disposición adicional tercera del Estatuto, cláusula que pretende equilibrar la inversión en infraestructuras a la aportación catalana al producto interior bruto. El Gobierno catalán está dispuesto a explorar todas las vías: incluso a exigir el pago en los tribunales, una opción que consideró la semana pasada el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Elena Salgado, afeó ayer a Mas-Colell la amenaza y defendió que no ha lugar a la denuncia: "Estos créditos constituyen una posibilidad de gastar, no una obligación", explicó Salgado. La vicepresidenta se escudó en la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, que da al Estado la última palabra sobre la disposición adicional: "Esas inversiones se pueden ejecutar o no", remarcó.

El Gobierno y Convergència i Unió insistirán hasta el último día en que el Ejecutivo socialista haga efectivo el pago, que ya estaba pactado: los 759 millones se rubricaron en la comisión bilateral Estado-Generalitat y la cantidad estaba consignada en los Presupuestos. Ante el incumplimiento de los acuerdos, Oriol Pujol, secretario general adjunto de Convergència, elevó el tono y acusó a Zapatero de "estafar" a los catalanes. Pujol aseguró que el Gobierno no paga los 759 millones porque quiere achacar el déficit a las autonomías y alertó que el impago puede generar "tensiones de tesorería" en las arcas catalanas. La Generalitat ya peleó, sin éxito, para que el Ejecutivo socialista abonara los 1.350 millones del Fondo de Competitividad. El Estado no está obligado a pagar este montante hasta 2013, pero siempre avanzaba la cantidad a las autonomías.

El Gobierno de CiU deberá negociar con el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy el pago de la disposición adicional tercera. Aunque antes de planteárselo al futuro presidente -el portavoz de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida, mantendrá una reunión con Rajoy la semana que viene-, los nacionalistas quieren forzar la exigencia al PSOE. Para hacerlo cuentan con el respaldo de la mayoría de partidos catalanes. Pujol valoró significativamente el apoyo de Partit dels Socialistes y de Partido Popular. Miquel Iceta, portavoz parlamentario del PSC, avaló el domingo la vía judicial que explora la Generalitat. Y el PP, hasta el momento, ha apoyado a CiU para que exija todos los pagos al Gobierno socialista.

En plena negociación para pactar los Presupuestos de 2012, Pujol emplazó ayer al PSC a tener "un gesto" con el Ejecutivo y permitir, con su abstención, que prosperen las cuentas. Las negociaciones continúan y ayer Mas-Colell se reunió con el diputado no adscrito Joan Laporta, que confirmó su apoyo a los Presupuestos.

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