Argentina agranda la leyenda del gallego Soto
El Museo de la Emigración abre una sala dedicada al histórico sindicalista
"La juventud necesita identificarse con algunos ideales y mi padre siempre fue consecuente con los suyos, por eso su figura sigue despertando interés". Así explica Isabel Soto, la hija menor del histórico sindicalista Antonio Soto, el hecho de que la figura de su padre siga siendo objeto de estudio y origine encendidos debates políticos e intelectuales todavía en la Argentina de hoy.
El pasado martes se inauguró en el Museo de la Emigración Gallega (Mega) de Buenos Aires una sala que contiene fotografías, documentos, objetos personales y paneles explicativos sobre la figura de Soto, el hombre que hace 90 años protagonizó un levantamiento obrero en la Patagonia contra los estancieros que mantenían en condiciones cercanas a la esclavitud a sus trabajadores. Soto llegó a encabezar un grupo de 600 trabajadores que se enfrentó al Ejército enviado para reprimir la revuelta. Se vio obligado a huir a Chile, cruzando la cordillera de los Andes. Milagrosamente salvó la vida, lo que no ocurrió con cerca de 1.500 obreros que murieron a manos de los militares.
El recinto investigará el nexo entre el exilio gallego y la lucha obrera argentina
Isabel Soto viajó desde Chile a Buenos Aires para estar presente en el homenaje a su padre, organizado por la Federación de Sociedades Gallegas (FSG), que es la impulsora del Mega. La mayor parte de los fondos exhibidos en la nueva sala han sido cedidos por la hija del sindicalista. "Este es el lugar apropiado para que estos objetos sean exhibidos ya que mi padre siempre ejerció de gallego y ni siquiera quiso adquirir la nacionalidad chilena pese a tener derecho a tenerla. Él me enseñó la lengua gallega e incluso escribía poemas dedicados a Rosalía", indicó Soto. No es casualidad que los sucesos en la Patagonia coincidiesen en el tiempo con la creación de la FSG, que en noviembre también cumplió 90 años y que se ha distinguido a lo largo de su historia por su compromiso con las ideas de izquierda y con la causa republicana. Precisamente el martes también se abrió en el Mega una nueva sala dedicada a la II República.
El subdirector del museo, Miguel Chiloteguy, explicó durante el acto inaugural que a partir de ahora se abre una nueva línea de investigación que se centrará en la aportación de los emigrantes y exiliados gallegos al movimiento obrero argentino. Soto no fue el único gallego que participó en los acontecimientos de la Patagonia y la presencia de sus paisanos fue clave para entender la evolución del sindicalismo en Argentina en gremios como el del transporte. En la nueva sala se exhibirán documentales sobre la presencia de los emigrantes en el movimiento obrero argentino.
La vida de Soto tiene tintes épicos, y los hechos ocurridos en 1921 ya inspiraron una película famosa en Argentina titulada Patagonia rebelde, que cuenta con guión del reconocido historiador Osvaldo Bayer. El filme se rodó en 1974 pero no pudo exhibirse en Argentina hasta la llegada de la democracia en 1984. Soto nació en Ferrol en 1897 y llegó a Argentina con tan solo 15 años. Pese a las muchas privaciones sufridas en sus inicios, acabó convirtiéndose en un destacado líder sindical. Tras su huida a Chile, vivió en ese país hasta su muerte en 1963 en Punta Arenas. Después de los sucesos de la Patagonia, siguió fiel a sus ideas y llegó a fundar el Centro Republicano Español, el Centro Gallego y la filial de la Cruz Roja en Punta Arenas.
La figura de Soto se identifica en Argentina con el nacimiento de las ideas de izquierda en el país. Los hechos de la Patagonia siguen provocando controversia y hace apenas unos meses el suplemento cultural de Clarín, el diario más leído en Argentina, dedicó numerosas páginas durante semanas a un intenso debate entre historiadores e intelectuales sobre la adscripción de Soto al comunismo o al anarquismo. La última en hablar sobre el tema ha sido su hija Isabel, quien concluyó que su padre siempre fue fiel al ideario comunista y nunca se alineó con el anarquismo.
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