Patrizia Reggiani, en un juicio en 1998 / LUCA BRUNO (AP)
La asesina de Gucci prefiere su celda a la vida en libertad
La reclusa tuerce la nariz y declina con firmeza la invitación del juez. No quiere comenzar los trámites para obtener la libertad condicional. Y eso que, tras cumplir 14 años de encierro en la cárcel de San Vittore en Milán, Patrizia Reggiani tendría derecho a pasar sus días fuera de la penitenciaría: trabajar sus ocho horas y volver entre rejas por la noche.