Salud
La diálisis domiciliaria libera a los pacientes de los hospitales
Diálisis suena a condena. A pena de hospital y máquina, tres días en semana durante cuatro horas. Suena a dependencia y a dejar de hacer una vida normal. Quienes se someten a este tratamiento padecen una insuficiencia renal avanzada. Sus riñones no son capaces de filtrar qué debe llegar a la sangre y tienen que limpiarla para sobrevivir.