"Para muchos sigo siendo una mosca cojonera"

Entonces, ¿la moda era arte? Nunca dije que lo fuera, pero sí creo que la forma de mostrar o expresar moda puede llegar a serlo. ¿Cómo no podríamos calificar de arte las performances de McQueen o Chalayan?

¿Con qué diseñador tendría una noche (metafórica) de sexo salvaje? Con Alber Elbaz, de Lanvin. Al son del new reggaeton, como en su última campaña.

¿Qué tal le caía la controvertida Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) antes de ser aceptada en ella? ACME ha pasado del hermetismo a un aperturismo controlado. Eso ya es un cambio a tener en cuenta.

¿En qué quedó todo aquello de ADÑ, la patronal que cofundó como alternativa peleona a la ACME y que no prosperó? El espíritu sigue viviendo en mí. Para muchos sigo siendo una mosca cojonera.

¿Es usted una persona tan profunda como sus colecciones y reconocidas influencias sugieren? Ni soy tan profunda como a veces se piensa, ni el mundo de la moda tan superficial como aparenta. Podría diseñar ropa sin más, pero no sentiría mi trabajo completo sin una buena historia detrás.

¿Qué tal le ha tratado la prensa en España? Bastante bien, aunque creo que conmigo son mucho más exigentes que con otros diseñadores. Pero eso me lo tomo como un cumplido.

¿Qué futuro le ve usted a esto de la moda española? Lo veo en el extranjero. Un amigo lo llama "llegar filtrado": te tienen que valorar fuera para ser valorado aquí. Pensemos en cómo la prensa trataba a Ferran Adrià hace 15 años y cómo le trata ahora.

¿No se gasta la Comunidad de Madrid una millonada absurda en la Pasarela Cibeles? Quizá el planteamiento haya que pulirlo, pero lo cierto es que todos los países invierten dinero en el desarrollo de sus industrias culturales, y la moda es una de ellas, como el cine o el teatro.

¿De quién o de qué es la culpa de que la moda española no despegue? Es un pulpo con muchos tentáculos. Uno es el complejo de las tiendas a la hora de vender producto nacional. Otro es la falta de apoyo de las revistas de moda. Otro, la falta de grupos financieros. Otro, la industria, ya que es muy caro producir en España para ser competitivo.

¿Es este país un buen sitio para ser raro? Desde luego que no. Aquí lo diferente es altamente criticable, por el contrario en otras ciudades como Londres o Berlín ser diferente es una gran cualidad