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Columna
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Kerida Esperanza

Jesús Ruiz Mantilla

Me yamo Isidro, pero mis amigos me conozen como Madroñito. Siempre havía pensado hescribirte una carta de agradecimiento. Pero creo que aora es la fecha hindicada para acerlo. Lo ago justo cuando por fin y gracias a Dios en los zielos el Papa se ha dezidido a veatificarte después de que los kikos se empeñaran en suvirte a los haltares. También inspirado por esa viografia tuya, Tras el rastro de la Amudena, que escribieron a la par Sánchez Dragó y Alberto -me niego a escribirlo en catallufo- Boadella.

Soy un ombre maduro ya. Pero si la etapa mas feliz de alguien es su hinfancia y hadoleszencia, los mejores años de mi vida fueron los que pase en el colegio y el instituto mientras tu todabía governabas en Madrid. Por mas que te atacaran, los echos te han dado la razon.

No olbido la inquina con la que te trataron kuando hanunciaste recortes en la educación

La envidia es una cosa muy mala. Y tu, beata mía, a la que he colocado en casa mi haltar particular junto a nuestra patrona y a santa María de la Cabeza, has sido tantas veces injustamente tratada que hoy quiero tomar benganza de todos aquellos que se zevaron contigo. No se me olbida la inquina con la que particularmente te trataron los profesores de instituto kuando hanunciaste recortes en la educación. Eran tiempos difiziles, pero no por tu culpa, sino porque tubistes que pagar las consecuencias de aquella España que a punto estubimos de no reconocer por kulpa de Zapatero. Ojala se pudra en el infierno y que Dios me perdone. No le deseo mal a nadie.

Pero a lo que iba. Los maestros te hechavan en cara que les mandases cartas con faltas de ortografía. Como si todos tubieramos tiempo de fijarnos en lo que escrivimos y fuesemos tan perfectos. Que falta de karidad. No te apiadaste y como tu otra heroina, la Tacher, hizo en su dia con los sindicatos en el Reino Unido, no tuviste miramientos con ese atajo de bagos y maleantes. Ya lo dijiste claro con ese lenguaje que todo el mundo entendíamos y sin travalenguas de trilero como hazia entonzes el alcalde ese de tu partido tan blando y con tanto talante. "No tenemos un puto duro", anunziaste. Punto. Havia que atarse los machos.

Yo que me eduke en un zentro publico y luego pase a un colegio de curas concertado donde no nos falto de nada, te agradezco todo lo que hiziste por Madrid. Aquel kambio me vino de perlas. Me apunte a la Jornada Mundial de la Juventud, donde conoci a la que hoy es mi esposa. Era la mas marchosa de todos nosotros y hasta se atrevió a saludar el paso del papa con las tetas al aire, lo que le kosto una bronca de las monjas de al lado. Como no me iva a llamar la atención la tia. Era de salamanca pero seguimos en contacto por tuenti y haciendo sexo virtual y todo, que no creo que fuera pecado, yegamos a donde yegamos.

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Tonterias aparte, allí haye la fe. Mis padres me veían muy descarriado entre el boteyon, mi coketeo con unos colegas que se havian metido en la mamonada esa del 15-M y demás. Para mi que fueron efectos perniciosos de tanto dar Educación para la Ziudadanía. Pero pude enderezarme y hazerme un ombre de probecho hoy creo que grazias a esa decision tomada por mis viejos.

El ambiente en un zentro publico no era muy sano. Las aulas estaban llenas de moritos y sudakas con los que no se podía tratar y que eran un lastre para formar buenos españoles. Por no hablar de los chinos, que ya entonces se pavoneavan con un complejo de superioridad tremendo convencidos de que ivan a ser los dueños del mundo, como así ha okurrido. Cagüen la leche, con la kantidad de ginebra y vozca que les emos comprado en sus tugurios para mamarnos en el parke. ¡Como podían atreverse a esigir que metieras dinero en esas cloacas por las que se hundía en los desagues España!

Son pokos quienes supieron apreciar tu bision adelantada a su tiempo cuando himpusistes la educación bilingüe. Hoy es el dia en que muchos de nosotros dominamos la vida tanto in inglis como en espanish. Lo que sigue sin arreglarse es lo de las listas de hespera. Llebo tres años para hoperarme de la próstata. Me imajino que no se me hara demasiado tarde y kuando me metan en el kirofano la enkuentren.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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