Educación "no ve mal" contar al alumno qué vale su plaza

La Consejería de Educación también utiliza la factura en la sombra. Lo hace para informar a los padres de lo que cuesta una plaza en el primer ciclo de educación infantil (hasta tres años) y lo ha empezado a aplicar este curso en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, coincidiendo con el incremento de las tarifas a sus estudiantes. "Hemos hecho figurar el coste real de la plaza", explicó ayer la consejera Lucía Figar, que lo considera una fórmula de "transparencia" de la Administración.

Preguntada sobre si lo ampliaría al resto de etapas educativas, consideró que "no es mala idea", aunque no se trata de un plan a corto plazo para su Consejería. Otras comunidades lo aplican en sus centros superiores. La Universidad Politécnica de Valencia, por ejemplo, lleva seis cursos informando del coste real de las plazas, según explicó ayer un portavoz de la institución académica. Los alumnos acceden a la factura al formalizar la matrícula online. La información incluye el desglose de coste por créditos y la estimación de lo que costarían estudios equivalentes en una facultad privada. El objetivo es "aumentar la transparencia y concienciar" a los estudiantes del dinero "que se ahorra y que sale de las arcas de la Consejería", según el portavoz. Tras varios cursos de prueba, admite que conocer el coste real de la matrícula no ha tenido un efecto "significativo" en el descenso o aumento de matrículas.