La protesta por el 'tijeretazo' en la sanidad corta carreteras

Las protestas por los recortes sanitarios impuestos por la Generalitat se extendieron ayer por Cataluña. Desde el 1 de septiembre ya son 46 los Centros de Atención Primaria (CAP) que no dan servicio por la noche. Además, el Departamento de Salud no descarta ampliar los recortes limitando el horario de una decena de CAP más en las próximas semanas. Por eso ayer desde primera hora de la mañana y hasta la noche plataformas ciudadanas, sindicatos y afectados por el tijeretazo realizaron cortes de circulación en carreteras a su paso por diferentes puntos de las provincias de Barcelona, Tarragona y Girona.

A partir de las 12 del mediodía, varios centenares de vecinos cortaron intermitentemente la carretera Gi-682 en Blanes (Selva), informando pacíficamente a los conductores de los recortes de la Generalitat. Bajo el lema Cortes contra los recortes, asambleas de indignados del 15-M y vecinos también impidieron la circulación durante unos minutos en la C-35, a la altura de Hostalric (Selva). Otros colectivos realizaron manifestaciones en la GI-552, a la altura de Sant Celoni (Vallès Oriental), y en la carretera N-150, donde se unieron manifestantes procedentes de Barberà del Vallès, Santa Perpètua de Mogoda y Badia del Vallès.

Las acciones se llevaron a cabo de forma pacífica y sin ningún incidente

Todas las acciones se sucedieron sin incidentes y mayoritariamente contaron con la complicidad de los conductores. En Tarragona, las protestas tuvieron lugar a las 19:30 de la tarde en tres puntos simultáneos: la N-340 a su paso por Bonavista, la N-240 a la altura de Sant Salvador, y la A-7, cerca del cementerio de Tarragona. En este último punto un centenar de personas acudieron a la convocatoria impulsada por la Plataforma en Defensa de los Derechos Públicos. Realizaron cortes de tráfico en dirección Barcelona durante media hora por espacios de cinco minutos y reclamaron la reapertura de los tres CAP de la ciudad que Salud ha cerrado por la noche. En total, 14 centros de urgencias del Camp de Tarragona permanecen clausurados desde las doce de la noche y hasta las ocho de la mañana.

Por una sanidad pública y de calidad fue el lema de la protesta. "En los años ochenta conseguimos el derecho universal a la asistencia médica, regularizando el acceso a ella también para parados, autónomos y payeses, ahora vamos hacia atrás, complaciendo a los amigos de los gobernantes y consintiendo esperas de siete u ocho horas en urgencias. Estoy jubilada y voy a luchar para que deje de ser así", reivindicó la histórica sindicalista de Tarragona y miembro de la entidad organizadora, Teresa Fortuny. Además, Fortuny anunció que "las acciones de protesta continuarán". Mientras, los conductores envalentonaban a los manifestantes con gritos de apoyo. Agustí Aragonès, secretario de CGT en el Hospital Joan XXIII, denunció que en este centro hay "140 contratos sin ninguna perspectiva de renovación".

Salud pretende ahorrar entre 45 y 50 millones de euros anuales cerrando urgencias nocturnas, pero los sindicatos de médicos alertan de la masificación que puede producirse en los hospitales y centros que queden abiertos durante la noche. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, que fue consejero de Salud, justificó ayer la medida por la complicada situación de las arcas catalanas. "Ya vendrán momentos de vacas gordas", se excusó Trias.