Rajoy pide "grandeza" para anticipar las elecciones y olvida a Rubalcaba
"El primer requisito de una política social es una buena política económica"
El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, realizó ayer el perfecto enroque. En un movimiento defensivo propio del ajedrez, pidió elecciones anticipadas y no mencionó al candidato del partido socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. En su discurso de clausura en el Campus FAES en Navacerrada (Madrid), el mismo día que Rubalcaba realizaba su primera aparición pública tras su ratificación como cabeza de cartel, Rajoy concluía así su intervención: "Y esperemos que quien tardó varios años en ver la crisis, no tarde ni un minuto más en abrir las puertas del futuro. Espero que tengan un gesto de grandeza, de justicia".
El ambiente de triunfalismo electoral es claro entre las filas del PP. "El próximo, estamos seguros, Mariano Rajoy lo clausurará como presidente del Gobierno de España", aseguró José María Aznar en la apertura de su discurso como presidente de la fundación, después de ocho años de asistencia del líder del PP a la clausura de estos cursos de verano.
Aznar: "El próximo curso lo clausurará Rajoy como presidente"
Rajoy hizo guiños en varias ocasiones a los buenos resultados del 22-M. Para él son su escudo y la garantía de un futuro Gobierno: "Los principios que han aplicado ya nuestros gobernantes autonómicos y municipales son los mismos que el Partido Popular llevará en su programa para las elecciones generales".
"No falla ni nuestra democracia ni nuestra Constitución. Lo que falla es el Gobierno, que no está a la altura de las circunstancias", proseguía Rajoy. Esta pulla, que rezuma un distanciamiento con las voces a favor del Movimiento 15-M, más presentes en el discurso de Rubalcaba, fue uno de los muchos ataques dirigidos al Ejecutivo de Zapatero.
Rajoy, tratando de hacer su discurso más ejemplarizante, habló de la entrevista en The Wall Street Journal al consejero delegado de Ikea, Mikael Ohlsson, sobre el posible retraso de cinco años de la construcción de las 10 tiendas que la marca sueca de muebles pretende abrir en suelo español: calificó la situación de "tartana burocrática" y endosó este fallo a la regulación del urbanismo implantada en España.
Educación y sanidad pública eran los principales vientos que soplaban hasta Navacerrada desde el Palacio de Congresos Municipal de Madrid, donde intervenía Rubalcaba: "No dejaremos a nadie en la cuneta. No recortaremos el Estado de bienestar", aseguraba Rajoy. Y volvía a hacer otro movimiento de enroque y daba su receta económica frente al posible miedo de los votantes a sufrir recortes sociales: "El primer requisito de una política social es una buena política económica". El crecimiento de la economía también figura entre las bazas que expuso el líder del PP, pero ayer evitó hablar de los bancos. No estaba en el guion. Rubalcaba sí hizo un alegato a favor de que los fondos de las cajas de ahorros y de los bancos sean parte fundamental en la generación de empleo y de un impuesto de patrimonio que grave a las grandes fortunas. Fueron los puntos clave de su propuesta como líder socialista.
Rajoy, aunque dejó de lado a los mercados y los bancos, sí adelantó que el paro juvenil es su mayor preocupación. ¿Su baza? La formación profesional se basará, dijo, en el modelo alemán -con un tercio de teoría y dos de prácticas-, un proyecto "ambicioso y exigente", después de la experiencia piloto que la Comunidad de Madrid pondrá en marcha en septiembre en seis empresas.
Habían pasado 25 minutos desde que Aznar esperaba en Navacerrada a Rajoy y de que el candidato socialista hubiera empezado su discurso. ¿Qué espera del discurso de Rubalcaba? Rajoy tenía clara su respuesta: "Yo espero del mío".
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