El fiscal rastrea el comercio de pájaros cantores en Barcelona

La fiscalía quiere poner fin al tráfico ilegal de pájaros cantores en las plazas y calles del área metropolitana de Barcelona. El fiscal de Medio Ambiente, Antoni Pelegrín, ha detectado un "comercio masivo" de aves en Badalona, Barberà del Vallès, L'Hospitalet y Cornellà de Llobregat, y ha solicitado a los Ayuntamientos de estas localidades que expliquen qué medidas adoptarán para atajar una actividad que mueve miles de euros, atrae a cientos de personas y pone en riesgo especies protegidas.

Los aficionados pueden llegar a pagar 3.000 euros por un ejemplar de alguna de las cuatro especies más usuales en ese mercado subterráneo: el jilguero, el pinzón, el verderón y el pardillo. Por lo general, personas sin recursos se encargan de capturar las aves en el bosque y de ponerlas en manos de los compradores, que después las llevan a la calle y las revenden a un precio muy superior. El Código Penal castiga la captura de esos pájaros protegidos, pero no su venta, que supone solo una infracción administrativa, advirtió el fiscal, que pidió un cambio legal para favorecer la lucha contra el tráfico.

El anteproyecto de ley ómnibus que ha elaborado el Gobierno catalán prevé excluir del catálogo de especies protegidas a los pájaros cantores, una medida que choca con tratados internacionales firmados por España y que da alas al mercadeo de estas especies.