Gadafi en la mira de la justicia universal

El todavía presidente de Libia acaba de ganarse una orden de arresto internacional emitida por un panel de jueces a petición de un fiscal independiente. Existe un socorrido argumento en contra de esta herramienta por incumplir el principio de a enemigo que huye, puente de plata. Los mecanismos de la justicia internacional deben ser independientes los unos de los otros y cada cual debe realizar su trabajo.

Las negociaciones para que Gadafi deje el poder y termine la guerra civil han pasado mucho tiempo atrás el punto de no retorno y su acérrimo deseo de permanecer a sangre y fuego al frente de un país dividido está de sobra demostrado. Las negociaciones seguirán, el Consejo de Seguridad puede cancelar las órdenes por el bien pragmático de la justicia internacional, pero Gadafi cuenta con un nuevo frente abierto en su loca carrera hacia la destrucción de sí mismo, su familia, su tribu y, esperemos que no, Libia.