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Mas se mantiene firme en los recortes y critica a los sindicatos

El presidente avisa que sin el 'tijeretazo' Cataluña puede asomarse "al precipicio"

Artur Mas optó ayer por soslayar el clamor antirrecortes que 45.000 personas lanzaron en el centro de Barcelona. El presidente de la Generalitat cambió radicalmente de actitud: si hace un mes, en la primera concentración contra el tijeretazo -20.000 personas abarrotaron los alrededores de la plaza de Sant Jaume-, Mas tomó buena nota, consciente de la tensión social que se le venía encima, ayer, cuando el malestar se hizo palpable en la calle, optó por mantenerse firme en su actitud y anunciar que el Ejecutivo que lidera seguirá el plan marcado. Los recortes, aparcados tras la primera concentración, ante la inminencia de las elecciones del 22 de mayo, continuarán según lo previsto, aclaró el presidente. "Mantendremos el rumbo", proclamó Mas, de visita en Gavà (Baix Llobregat). Y siguió, evitando citar la reducción presupuestaria: "El Gobierno, para asegurar y no perjudicar el Estado de bienestar, hará los deberes que le tocan".

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La presión crece sobre el presidente, que con su decisión de aplazar los recortes no ha logrado que el tijeretazo quedara disimulado durante la campaña. Las fuerzas de izquierdas culpan a Mas de querer desmantelar el Estado de bienestar, y el presidente justificó su plan sembrando alarmismo para girar el argumento. Según Mas, para preservarlo es necesario "ser prudentes y responsables", y evitar así asomarse "al precipicio".

Ante el sombrío panorama que dibujó, Mas pidió "responsabilidad" a los sindicatos, a los que no escatimó reproches. "Criticar es muy fácil", subrayó el presidente, que alertó: "Los sindicatos que tengan tendencia a no entender cuál es la situación y a radicalizar su posición probablemente irán perdiendo el apoyo de los trabajadores".

Por la tarde, en un mitin en Reus (Baix Camp), optó por repetir su argumentario básico para justificar los recortes: el "buñuelo" dejado en la Generalitat por el PSC, ERC e ICV, y la negativa del Gobierno a pagar el fondo de competitividad, informa Mercè Pérez. "El tripartito dejó un agujero de 7.500 millones. Con esta herencia, lo mínimo que pueden hacer es callarse un poco y dejarnos hacer", dijo Mas, que defendió a CiU como el "constructor principal del Estado de bienestar. Paralelamente, Xavier Trias, candidato de CiU a la federación, intentó disipar el efecto negativo que pueden tener los recortes en sus expectativas electorales presentando un plan económico que no prevé ningún tijeretazo.

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El PP, por su parte, intentó sacar pecho presentándose como el único partido que no ha recortado, frente a CiU y el PSOE, que han acometido tijeretazos en Cataluña y el resto de España. Alicia Sánchez-Camacho, líder del PP catalán, acusó a Mas de "copiar el modus operandi de [José Luis Rodíguez] Zapatero, el de la lengua fácil con las promesas y las tijeras largas". Sánchez-Camacho olvidó que, en algunas comunidades donde el PP gobierna, el partido se ha visto obligado a hacer duros recortes, como en Murcia, donde el tijeretazo del Ejecutivo del PP provocó un fuerte clima de tensión.

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