Entre la locura y el suicidio
Los documentos secretos detallan los graves trastornos mentales que padecen algunos de los detenidos en la prisión de la base militar estadounidense
Los documentos secretos de la base estadounidense de Guantánamo detallan la gravedad de los trastornos mentales que sufren algunos de los detenidos en el penal. Unos padecen esquizofrenia. Otros, depresión crónica. Los hay también que se intentaron suicidar en reiteradas ocasiones. Las fichas secretas también dejan claro que los problemas mentales de estos reos invalidan cualquier tipo de información que pudieran proporcionar. Estos son algunos de los diagnósticos que ofrecen los militares estadounidenses tras entrevistar a los detenidos en Guantánamo.
FAWZ BIN NAMEN El enfermo que amenaza con matar a infieles
El detenido presenta graves trastornos psicológicos y una capacidad de atención disminuida. Por ello, concluyen los investigadores militares en los informes secretos, "la información que proporcione será siempre de dudosa fiabilidad". Bin Namen lanzó amenazas a los guardas y les advirtió de que "mataría a infieles". Por todo ello, el Departamento de Defensa recomienda el traslado del detenido a Yemen, su país de origen y el internamiento en un centro psiquiátrico.
ZAHIR JAN HASAM El uzbeko vulnerable que luchó en Afganistán
Al detenido, "probable miembro del movimiento islámico de Uzbekistán", se le diagnosticó una depresión grave y psicosis no específicas. Jan Hasam toma tres tipos de medicamentos para controlar su enfermedad y sufre migrañas. "Los desórdenes psicológicos le convierten en una persona vulnerable con vistas al reclutamiento y la manipulación por parte de organizaciones extremistas islámicas, que podrían explotar su vulnerabilidad y utilizarle para llevar a cabo ataques terroristas", según el informe. Jan Hasam trabajó como agricultor, como mecánico y como obrero de la construcción antes de trasladarse a Afganistán, donde fue capturado por las fuerzas de la Alianza del Norte antes de ser entregado a las fuerzas estadounidenses. Los investigadores de Guantánamo consideraron que Jan Hasam podría proporcionar información sobre el apoyo de uzbekos a los talibanes en su lucha en contra de la Alianza del Norte afgana.
MOHAMED ABDELLATIF El preso que lleva 12 años intentando suicidarse
El arrestado presenta una depresión severa. En la base de Guantánamo se le diagnostica trastorno límite de la personalidad (borderline) y un comportamiento pasivo agresivo. Este supuesto miembro de Al Qaeda tiene un historial de 12 años de serios intentos de suicidio. La última vez que intentó quitarse la vida fue en diciembre de 2005, cuando se hirió en el cuello. Se le considera un sospechoso de "alto riesgo", que estuvo en Tora Bora y cuyo nombre aparece en numerosos documentos de Al Qaeda.
ABDUL SALEH Un yemení depresivo que se niega a medicarse
El Departamento de Defensa de considera que el detenido goza de un relativo buen estado de salud, pero que a la vez presenta un historial depresivo y se niega a medicarse. El preso ha participado en varias huelgas de hambre y sufre un problema crónico de falta de peso. Los investigadores consideran que este yemení luchó en la Brigada Árabe 55 de Bin Laden. Su nombre, indican los documentos, aparece en varias casas de huéspedes de la organización Al Qaeda.
ABDEL AL NASER El cultivador que perdió la memoria
El detenido saudí Abdel al Naser padece esquizofrenia y en el pasado ha recibido tratamiento con antipsicóticos. El reo declaró haber sufrido un accidente de tráfico a temprana edad, lo que le forzó a abandonar la escuela. El suceso le provocó una grave pérdida de memoria. El detenido llevó a cabo actividades desconocidas en Tora Bora antes de rendirse ante las autoridades paquistaníes. A este saudí, los militares estadounidenses le consideran un "extremista islámico comprometido con la yihad y con vínculos con Al Qaeda", precisan las fichas.
Los documentos secretos indican que el arrestado reconoció haber viajado a Afganistán para luchar en la guerra santa en agosto de 2001, donde aspiraba "a morir como un mártir". Debido a su condición psicológica, los muyahidines no le consideraron apto para combatir en el frente y le destinaron a una granja en la que los talibanes cultivaban habichuelas.
ABDEL RAHIM ABDUL RAZAI El espía adicto y depresivo que encarceló Al Qaeda
Los informes describen a este preso sirio como una persona adicta a varias sustancias, depresivo, con personalidad límite. Los documentos secretos indican que el reo reconoció haber viajado a Afganistán, donde se sumó a un grupo yihadista.
"No está claro si fue reclutado por Al Qaeda o enviado por los Emiratos Árabes Unidos en una misión de espionaje en contra de Al Qaeda y de Osama Bin Laden", indica el texto confidencial que firma el almirante D. M. Thomas.
Los papeles filtrados a varios medios de comunicación dicen también que Al Qaeda le acusó de espiar para el Mosad israelí y para Washington, y que fue encarcelado en una prisión talibán hasta enero de 2002. "Como resultado de su encarcelamiento el detenido no pudo haber participado en hostilidades en contra de EE UU y de la coalición".
"Incapaz de ofrecer información fiable"
El día que Modulá Abdul Raziq fue trasladado a Guantánamo en enero de 2002, ya quedó claro que el detenido sufría severos trastornos mentales. Durante el vuelo que llevó al presunto talibán desde Afganistán hasta la base estadounidense de Guantánamo, Abdul Raziq "causó problemas a los guardas que le transportaron hasta el punto que tuvo que ser sedado e inmovilizado". Los primeros informes identificaron al detenido como "un combatiente, miembro de los talibán" de bajo rango, con cinco años de experiencia.
En un informe secreto el general Lehnert escribe que el preso Modulá Abdul Raziq manifiesta síntomas de trastornos psiquiátricos, incluida la esquizofrenia. "Los desórdenes son de naturaleza psicótica, muy probablemente esquizofrenia", reza el texto.Los primeros análisis tras su ingreso en el penal de Guantánamo en enero de 2002 indican que el reo reconoció su adicción a los narcóticos y dijo tener problemas matrimoniales.
El informe del general Lehnert detalla cómo Abdul Raziq se rasgaba periódicamente el uniforme y se ataba pedazos de tela a las extremidades y a los genitales. "Ha ingerido sus heces en múltiples ocasiones además de haber bebido champú, y esparcido sus heces por su cuerpo y en su celda", añaden los documentos secretos. El detenido 356, como se refieren los informes a Abdul Raziq fue trasladado a celdas de aislamiento en varias ocasiones.
De los interrogatorios se desprende que el detenido "no es un miembro de Al Qaeda" y que debido al estado de su salud mental es "incapaz de ofrecer información fiable". Sus declaraciones tampoco resultan de utilidad, según los interrogadores para apoyar informaciones proporcionadas por otros detenidos.
El general Lehnert recomienda en su informe que se saque al detenido 356 del campo Rayos X y que se le repatrie a Afganistán para ser juzgado por las autoridades competentes.
Su liberación, argumenta el militar, reduciría los riesgos de altercados en el campo Rayos X. Y en cualquier caso, termina, se trata de un individuo que no es capaz de ofrecer información valiosa para las fuerzas de Estados Unidos y que "probablemente sería incapaz de testificar ante un juez".
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