Sol y playa para la recuperación

"Si ahora pudiésemos montar 100 habitaciones portátiles aquí al lado, junto al edificio, las tendríamos llenas esta Semana Santa", dice uno de los encargados del Hotel Jacaranda, un cuatro estrellas del sur de Tenerife, junto a la playa de las Américas. El Jacaranda tiene llenos sus 563 cuartos hasta el domingo. El negocio regresó a sus niveles precrisis a partir de Navidad con niveles de ocupación del 95% al 100%.

En esta supuesta recta final de crisis económica que languidece, en este lo peor ya ha pasado que no da pasaporte a algo mejor, el turismo se reivindica como esa vieja y constante gallina de los huevos de oro de la economía española. Y, dentro del sector, la fórmula de sol y playa -pese a las desalentadoras previsiones meteorológicas de estos días-, arroja cifras de vértigo.

El gasto diario por cada visitante internacional cae un 3% hasta febrero

La industria calcula un crecimiento del 2,4% en el primer trimestre

La demanda interna no se ha recuperado de la crisis

El efecto de la mejora turística en el empleo aún está por aflorar

Las revueltas en los países árabes han desviado turistas de Egipto y Túnez al mercado español, lo que ha acabado de alimentar la recuperación del sector -con Canarias como primer mercado beneficiado-, muy empujado por la demanda extranjera. Las zonas de costa han previsto ocupaciones cercanas al 100% esta Pascua y las previsiones de los hoteleros han mejorado por primera vez en tres años, según el observatorio de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).

La industria, en conjunto, ha duplicado su previsión de crecimiento para este año, del 1% al 2,2%, según el indicador del Producto Interior Bruto (PIB) turístico que elabora el lobby del sector Exceltur. La tasa casi duplica la que el Gobierno prevé para el conjunto de la economía española en 2011 (1,3%), y casi triplica la estimación de consenso de los distintos servicios de estudios (0,8%). En el primer trimestre, el PIB del turismo mejoró un 2,4% (un 50% más que en el último trimestre de 2010), también según Exceltur.

En la economía española van bien esas cosas que dependen del dinero ajeno, de la demanda foránea. Además del turismo, las exportaciones crecieron un 27% hasta febrero, según los datos de aduanas.

El turismo extranjero es una suerte de exportación que tira del conjunto de esta industria. El número de visitantes internacionales creció un 4,7% el pasado enero, hasta 2,6 millones, el mayor crecimiento en dos años, y lo encadenó a otro avance en febrero, del 4,3%. Mientras el público no residente crece, sobre todo por alemanes, franceses y nórdicos, la demanda interna sigue en declive. Por eso cosecha se reparte de forma muy desigual en el territorio.

"No hay que olvidar que el mercado interior sigue siendo la mitad de la demanda y la española está estancada o en declive desde que comenzó la crisis, por eso las cifras van bien Canarias, costa mediterránea, Andalucía o Baleares, pero sufren los destinos de la cornisa cantábrica, más demandados por loa residentes", explica José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.

Con más de cuatro millones de parados y una caída de la renta de los hogares del 1,8% en 2010, el consumo español sigue con el cinturón ajustado. De los 14 millones de pernoctaciones del pasado febrero, el 56% correspondían a visitantes no residentes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

"El sector del turismo pesa alrededor de un 10% en la economía en términos agregados, así que si este crece, es importante para el cojunto del PIB", apunta Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

El efecto el mercado de trabajo está aún por ver, porque las señales son todavía incipientes. David Martínez, del servicio de Estudios de CatalunyaCaixa, destaca que "el turismo es muy intensivo en mano de obra, con la recuperación podría crear empleo más allá de lo estacional". La Semana Santa y la llegada del verano serán claves.

Baliña destaca que "aunque hay más entradas de turistas, el gasto medio diario ha bajado".

En estos dos primeros meses del año, cada turista internacional ha gastado 93 euros por día, un 3% menos que en los mismos dos meses del año pasado, aunque la mejora de la afluencia ha engordado la caja total un casi un 5%, hasta los 5.177 millones hasta febrero (unas cifras que incluyen el transporte). "En bares y restaurantes no ha habido la recuperación del resto del turismo, el cliente sigue siendo mayoritariamente interno, la mejora es muy leve", apunta José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación de hostelería y Restauración Española (FEHR).

Lo que sigue preocupando a la industria es el precio que cobra para lograr llenar sus establecimientos. "El sector lleva 28 meses en deflación", advierte Zoreda, quien destaca que el sector aún debe afrontar la remodelación de su oferta de sol y playa. Aunque la guerra de precios ha terminado, las tarifas no se han acabado de recuperar. La tarifa hotelera media diaria quedó en 68 euros en el mes de febrero, los últimos datos disponibles del INE, el mismo nivel que en el mismo mes 2010 y más bajo en los febreros de 2009 y 2008 (70 y 72 euros, respectivamente).

Otros barrios del negocio turístico, además, no han levantado cabeza, como las agencias de viajes. El número de agencias de viajes conectadas al sistema de reservas de Amadeus, que controla la mayor parte del sector en España, cayó un 12,4% el año pasado, hasta quedar en 6.776, lo que suponen casi mil agencias menos. Este sector lleva a la baja desde que comenzó la crisis, aunque el balance de 2010 se ve muy afectado por la quiebra de Marsans.