'Habemus' boicot
El diario de los obispos italianos pide a los católicos que no vayan al cine a ver el filme de Nanni Moretti sobre el Papa
"¿Habemus Papam? Si ya lo tenemos". El título lo deja claro. La carta del vaticanista Salvatore Izzo publicada ayer en el diario L'Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana, invita al público católico a boicotear la nueva película de Nanni Moretti, centrada en la crisis existencial de un cardenal elegido pontífice inesperadamente.
La obra del director italiano, estrenada el pasado viernes, arranca en un cónclave: en la Capilla Sixtina (reconstruida en los estudios de Cinecittà porque el Vaticano no autorizó el rodaje en la original) se respira tensión. Los cardenales han de elegir al nuevo Papa, pero nadie quiere cargar con la responsabilidad de guiar al rebaño de Dios. Las manos se rozan nerviosas, las apuestas son frenéticas. Finalmente, los votos premian a un cardenal descartado en todas las previsiones. Para no sucumbir al pánico, el aterrado Michel Piccoli debe salir a tomar aire por las calles de Roma, lejos de las salas purpúreas del Vaticano. El nuevo pontífice tampoco encuentra alivio en el diálogo con un psicoanalista vaticano -el mismo Moretti, que como siempre se reserva uno de los papeles principales-.
Ver representadas tan de cerca sus debilidades, desde el chismorreo hasta los entretenimientos infantiles (a la espera de que el Papa reaparezca, los cardenales juegan al balón), hirió la sensibilidad de la Iglesia. O mejor, de sus obispos. Porque desde el Vaticano no ha llegado ninguna censura del largometraje. Benedicto XVI debió de considerar intrascendente la cuestión.
En cambio, sí se han molestado sus ministros. "Hagamos boicot en la taquilla. ¿Por qué tenemos que financiar a quien ofende nuestra religión? Lo de que hay que conocer antes de juzgar no viene a cuento: no tengo que tirarme desde el sexto piso para entender que podría hacerme daño", escribió Izzo en L'Avvenire.
Sin embargo, el filme no habla del Vaticano: solo está ambientado allí. "Habemus Papam no va de obispos", dijo Moretti, "sino de la dificultad de estar a la altura de las expectativas". Es la parábola de una persona sobrepasada por la responsabilidad que huye para salvarse. Una obra que habla del poder a través de los ojos aterrorizados de alguien que no lo quiere. En un país donde muchos se aferran a su sillón a toda costa, quizá el trabajo de Moretti debería tocar otras sensibilidades.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.