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Las potencias emergentes exigen la reforma del Consejo de Seguridad

India, Brasil y Sudáfrica quieren más voz en el organismo de la ONU

EL PAÍS

Las cinco grandes potencias emergentes que integran el grupo llamado BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- pidieron ayer una "reforma integral" de Naciones Unidas, incluido el Consejo de Seguridad, para dar más voz a los países en desarrollo. "China y Rusia reiteran la importancia que conceden al estatus de India, Brasil y Sudáfrica en los asuntos internacionales, y comprenden y apoyan sus aspiraciones a desempeñar un mayor papel en la ONU", señala el comunicado conjunto emitido tras finalizar la cumbre anual de los BRICS en la isla china de Hainan.

"Estamos de acuerdo en la necesidad de modificar el sistema del Consejo de Seguridad de la ONU y hacerlo más representativo y efectivo", aseguró el presidente sudafricano, Jacob Zuma, informa France Presse. "Es imposible que el mundo se mantenga ligado a los arreglos que fueron realizados en la posguerra", afirmó Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, en referencia a la creación de Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial.

Los BRICS piden a la alianza internacional que ponga fin a los ataques en Libia

En el cónclave, de un día de duración, participaron también el primer ministro indio, Manmohan Singh, y los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev, y China, Hu Jintao. Estos dos últimos países son miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Los otros tres son miembros rotatorios, y buscan una mayor representación para sí mismos o para sus regiones en el órgano de la ONU, que refleje su creciente influencia internacional.

El apoyo de Pekín y Moscú a la declaración conjunta es significativo, ya que refleja su interés en impulsar un cambio del equilibrio geopolítico mundial, cuyo centro de gravedad se ha alejado en los últimos años de Occidente.

Tanto Brasil como India aspiran a un asiento permanente en el Consejo, cuyos cinco miembros fijos -Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia- tienen derecho de veto. Moscú respalda la petición de ambos, mientras Pekín -que mantiene una relación tensa en ocasiones con Nueva Delhi, por sus disputas territoriales y un pasado de enfrentamientos armados- no lo ha hecho aún. Los BRICS engloban al 40% de la población mundial y el año pasado supusieron el 18% del PIB (producto interior bruto).

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Las presiones para que se produzcan cambios en la estructura de la ONU son crecientes. Alemania y Japón han incrementado también desde el año pasado los movimientos para lograr un lugar permanente en el órgano de poder de la ONU, mientras que los países africanos consideran que deberían tener al menos dos puestos en el Consejo. Los Gobiernos en el mundo árabe y en Latinoamérica también piden mayor representación.

El comunicado conjunto de los BRICS pide el fin de la intervención armada internacional en Libia. "Somos de la opinión de que todas las partes deberían resolver las diferencias por medios pacíficos y el diálogo. (...) El uso de la fuerza debería ser evitado. La independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territoriales de cada nación deben ser respetadas", dice. Sudáfrica fue el único país de los BRICS que aprobó la resolución de la ONU para establecer una zona de exclusión aérea en Libia, que autoriza "todas las medidas necesarias" para proteger a la población civil. Pekín y Moscú, que podrían haber vetado la resolución, se abstuvieron, al igual que India y Brasil.

Los cinco países advirtieron ayer que la "excesiva volatilidad de los precios de las materias primas, en particular de los alimentos y la energía, supone un nuevo riesgo para la recuperación en marcha de la economía mundial" y que los grandes flujos de capitales internacionales podrían dañar a los países en desarrollo. También pidieron la reforma del sistema monetario internacional para hacerlo más variado y representativo; en otras palabras, menos ligado al dólar. Los BRICS están preocupados por el efecto que los abultados déficits comercial y presupuestario estadounidenses pueden tener sobre esa divisa.

De izquierda a derecha, el primer ministro indio, Manmohan Singh, y los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev; China, Hu Jintao; Brasil, Dilma Rousseff, y Sudáfrica, Jacob Zuma.
De izquierda a derecha, el primer ministro indio, Manmohan Singh, y los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev; China, Hu Jintao; Brasil, Dilma Rousseff, y Sudáfrica, Jacob Zuma.ED JONES (AFP)

Sigue el acoso a Ai Weiwei

La policía china dice tener "pruebas firmes" de que el artista y disidente Ai Weiwei evadía impuestos y ya ha comenzado a "confesarlo", según el Wen Wei Po, un diario de Hong Kong que a veces utiliza el Gobierno chino para filtrar lo que le interesa. Según el periódico, que no cita las fuentes, los investigadores del caso han recogido "una gran cantidad de pruebas que revelan que Ai Weiwei es sospechoso de evadir impuestos y que la suma es bastante grande". El diario añade que conforme la investigación ha avanzado y las autoridades de la seguridad pública "acumulaban pruebas sólidas" contra el disidente, "Ai Weiwei ha mantenido una buena actitud de cooperación con la investigación y ha comenzado a confesar las distintas cuestiones".

El periódico también informa de que Ai Weiwei, de 57 años, es "sospechoso de bigamia y de distribuir pornografía a través de Internet".

La hermana mayor del artista, Gao Ge, ha tachado de "absurdas" las acusaciones y, en declaraciones a la agencia Reuters, ha señalado que lo que el Gobierno chino debería hacer es informar a la familia sobre la situación de Ai Weiwei.

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