Una cita menguante
Si el año pasado los asistentes al Salón del Cómic de Barcelona se preguntaban si la crisis impactaría en el mundo de las viñetas, la edición que abrió ayer sus puertas trae una dolorosa respuesta afirmativa. Ni los grandes héroes del cómic han podido hacer frente a las tormentas financieras y, aunque las cifras de ventas de los tebeos en España siguen siendo grandes incógnitas, la rumorología habla de importantes bajadas, a las que ni la pujanza de la novela gráfica ni la resistencia de los fieles lectores del género de superhéroes han podido compensar en su conjunto. Una tendencia que se puede comprobar además en la importante disminución del número de novedades previstas: mientras otros años la fiesta del cómic se acompañaba de una avalancha de nuevos títulos (casi 400 hace apenas tres años), el 2011 presenta una lista tan discreta en número (apenas 200) como poco atrevida en intenciones, dominada por las reediciones de series de éxito asegurado y títulos que aprovechan éxitos televisivos como la adaptación de Águila Roja. Una complicada situación que obliga al Salón de Barcelona, más que nunca, a convertirse en el motor promocional del sector con vistas al gran público.
Esta labor compleja que se asienta en un único principio: la búsqueda del lector. Si el cómic ha sido en los últimos tiempos alimento de otros medios como los videojuegos, los juegos de rol o, sobre todo, el cine, toca ahora llamar a esas puertas para intentar conseguir sinergias que devuelvan la fuerza industrial al noveno arte. Comenta Carles Santamaría, director del certamen: "En torno al cómic pasan cada día más cosas, está más integrado en una amplia industria multimedia. El cómic marca la hoja de ruta del salón, pero se desarrolla a su alrededor una oferta de actividades paralelas en videojuegos, rol y cine que tiene coherencia con el mismo sector". Para lograr esta atención, el salón dedica una buena parte de su oferta este año a uno de los fenómenos mediáticos del año: los zombis. "El salón, como gran hecho promocional de la industria, es un reflejo de lo que pasa en la calle y debe adaptarse a la realidad y al futuro, es un salón permeable a su entorno como, por ejemplo, con el fenómeno zombi", afirma Santamaría. Y lo hará con una vasta exposición dedicada al género de los muertos vivientes con más de 200 obras, entre la que por supuesto se incluirán muestras del gran éxito en cómic y televisión Los muertos vivientes, de Robert Kirkman y el dibujante Charlie Adlard (presente en el salón), pero también la versión "zombi" que han hecho de sus personajes dibujantes como Ana Miralles, Jordi Bernet, Gallardo, Roger o Pepo Pérez.
Pero los muertos vivientes no serán, ni mucho menos, los únicos protagonistas de un salón que contará con una interminable lista de invitados con nombres tan sugerentes como los de Annie Goetzinger, Camille Jourdy, Charlie Adlard, Edmond Baudoin, Eddie Campbell, Garth Ennis, Brian Azzarello, Riad Satouff, Manuel Fior o Alfredo Castelli por citar solo algunos. Se podrán además visitar exposiciones sobre el 23-F en los cómics, los gatos de cómic (como Blacksad) o una espectacular muestra dedicada al mítico Tarzán con originales de Harold Foster o Burne Hogarth.
Babelia
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