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Ola de cambio en el mundo árabe

Dos muertos y 400 heridos por la represión en Yemen

Ángeles Espinosa

La represión de una manifestación contra el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, dejó ayer dos nuevos muertos y decenas de heridos en Taiz, a 250 kilómetros al sur de Saná. Ni ese incidente ni la desobediencia civil que desde el sábado tiene paralizada la ciudad portuaria de Adén hicieron mella en Saleh. El presidente pidió a la oposición que cese sus protestas para negociar "un traspaso pacífico del poder".

"Pedimos a la coalición opositora que ponga fin a la crisis terminando con las sentadas, el bloqueo de carreteras y los asesinatos, además del estado de rebelión en algunas unidades militares", declaró Saleh a un grupo de simpatizantes de Taiz.

Mientras estos le jaleaban al grito de "No más concesiones a partir de hoy", centenares de mujeres tomaban la calle principal de Taiz para pedirle que se vaya. La intervención policial -disparos al aire incluidos- atrajo a numerosos hombres a la manifestación. Los dos muertos estaban entre los diez heridos de bala.

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"Nos han rodeado con vehículos acorazados y tanquetas. Durante tres horas han disparado y lanzado gases lacrimógenos para disolver la protesta", relató la activista Bushra al Maqtari a Reuters.

Horas después de la represión en Taiz, manifestantes salieron a la calle en Hundaia para protestar contra la violencia del réginmen. Una multitud se dirigió hacia una residencia presidencial. La policía dispersó la protesta con balas y gases lacrimógenos.

Desobediencia civil

A la vista de que las manifestaciones no logran el efecto deseado, los grupos de oposición en Adén han lanzado una campaña de desobediencia civil. Por segundo día consecutivo, la capital del sur del país permaneció casi desierta y con la mayoría de los comercios cerrados. Muchos sureños se quejan de que su región ha quedado marginada desde la unificación del país en 1990 y algunos no esconden sus simpatías con el movimiento separatista que quiere recuperar la independencia para la antigua República Democrática de Yemen.

Hace dos semanas, tras la matanza de 52 personas en Saná, pareció que Saleh estaba dispuesto a irse e incluso se empezó a negociar las condiciones. Sin embargo, desde entonces, el presidente se ha dedicado a movilizar a sus simpatizantes, dejando claro que no tiene previsto dimitir.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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