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Frenazo judicial al acuerdo de Google con los editores

La alianza permitía a la firma escanear libros descatalogados

Google acaba de perder una importante batalla. Su proyecto de librería virtual Google Books, con el que aspiraba a convertirse en la biblioteca de Alejandría del futuro, tendrá que ser revisado. El juez federal Denny Chin ha rechazado el acuerdo alcanzado por Google en 2008 con la Asociación de Editores Americanos y el Sindicato de Autores y por el que el gigante digital se comprometía a crear un registro de todos los libros escaneados para su biblioteca virtual y destinar 125 millones de dólares a pagar a aquellos autores cuyos libros hubieran sido escaneados sin permiso o a encontrar a los beneficiarios de aquellos cuyos derechos de autor aún estuvieran vigentes y cuyos libros, pese a estar descatalogados, hubieran renacido en Google Books.

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"Aunque la digitalización de libros y la creación de una librería digital universal beneficiaría a muchos, el ASA (Amended Settle Agreement) -nombre del mencionado acuerdo- va demasiado lejos" se afirma en los documentos hechos públicos por el juez ayer en Nueva York. "El ASA no es justo, adecuado ni razonable" sentencia Chin, quien además afirma que "el acuerdo permitiría que Google disfrutara de derechos para explotar libros sin permiso de los beneficiarios de sus derechos de autor. Además, le daría ventajas significativas sobre sus competidores, premiando el acto de copiar libros con copyright sin permiso" ha dicho el juez.

El acuerdo garantizaba entre otras cosas el derecho de Google a escanear libros descatalogados y mostrar snippets (fragmentos) de sus páginas en las búsquedas realizadas con su buscador, algo que sentó muy mal en la industria del comercio electrónico. Tanto Yahoo como Microsoft tienen sus propios buscadores que compiten con Google, por tanto no es de extrañar que aquellas fueran algunas de las empresas que impulsaran la apelación contra aquel acuerdo. A sus enfurecidas voces se unieron las de la mayor librería digital comercial, Amazon, que comercia un ebook incompatible con Google Books y asociaciones de escritores independientes bajo un paraguas legal bautizado como Open Book Alliance.

El propio juez propone a las partes implicadas que revisen el acuerdo e incluso ofrece posibles soluciones. En cuanto al tema de los derechos de autor, en lugar de que los escritores que no estén de acuerdo con lo que les ofrece Google se salgan del acuerdo, lo que habría que hacer es permitir que otros autores puedan entrar y beneficiarse del trato (en términos económicos). El ASA contemplaba entre otras cosas que cuando alguien realiza una búsqueda y lee una parte de un libro, el autor reciba compensación por ello.

Google se pronunció brevemente tras el veredicto del juez y dijo a través de Hillary Ware, una de sus ejecutivas: "Nos sentimos decepcionados. Como muchos otros, pensamos que este acuerdo tiene el potencial de dar acceso a millones de libros que actualmente son muy difíciles de encontrar en Estados Unidos".

El departamento de justicia estadounidense también está investigando el ASA por posible violación de la ley antimonopolio. Hasta la fecha Google ha escaneado doce millones de libros, según hizo público ayer el juez.

La biblioteca Buhr (Michigan), incluida en el proyecto de Google.
La biblioteca Buhr (Michigan), incluida en el proyecto de Google.AP
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