60.000 alemanes protestan contra la energía nuclear
Merkel anuncia que su Gobierno revisará la seguridad de las centrales
La amenaza de un desastre nuclear en Fukushima movilizó ayer a decenas de miles de alemanes, que salieron a la calle a protestar contra la política energética del Gobierno. La coalición de centro-derecha de la canciller Angela Merkel aprobó en 2010 la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares. Ayer en Baden-Württemberg, unos 60.000 manifestantes formaron una cadena humana entre la central nuclear de Neckarwestheim y la capital del land, Stuttgart, coreando lemas antinucleares y pidiendo la desconexión de las 17 centrales atómicas. El de Neckarwestheim es uno de los reactores más viejos aún en uso en Alemania.
Merkel aseguró poco después que su Gobierno "revisará" la seguridad en todas las centrales nucleares alemanas y añadió que "lo sucedido en un país con tan altos estándares de seguridad" como Japón supone "un punto de inflexión en todo el mundo". No obstante, volvió a defender el uso de la energía atómica como "tecnología de transición".
La canciller democristiana (CDU) se había reunido en Berlín con el ministro de Exteriores y líder liberal, Guido Westerwelle (FDP), con el que pactó hace unos meses prolongar el recurso a la energía atómica en el país. De media, estas podrán funcionar 12 años más de lo previsto por la anterior coalición de socialdemócratas (SPD) y verdes en su ley de desconexión de 2002. Ha sido una de las medidas más polémicas adoptadas por Merkel en sus seis años como canciller.
El fantasma de Chernóbil ronda entre la opinión pública alemana desde que su nube radioactiva alcanzó el país hace 25 años. Impulsó al partido Los Verdes, cuyos líderes, otrora radicales contestatarios, pasaban en aquellos años a convertirse en ministrables.
La ley del apagón nuclear de 2002, que preveía sacar a todas las centrales de la red hacia 2021, fue uno de los hijos predilectos del entonces canciller Gerhard Schröder (SPD) y su ministro de Exteriores, el popular dirigente verde Joschka Fischer. Consciente de que dos terceras partes de los alemanes son contrarios al uso de la energía nuclear, el SPD dio el Gobierno a Merkel en 2005 bajo la condición de que se respetara la desconexión nuclear. Tras el fin de la gran coalición entre SPD y CDU, con la victoria electoral de la canciller en 2009, la CDU y el FDP aumentaron, en algunos casos por varias décadas, la vida de las centrales alemanas. Según decidan los empresas eléctricas, algunas centrales podrían llega a funcionar incluso pasado 2040.
El ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen (CDU), dijo ayer que tiende "a pensar que se ha fundido el núcleo" en la central japonesa. En las regionales del próximo día 27, democristianos y liberales podrían pagar en las urnas de Baden Württemberg la impopular medida aprobada en 2010. Las encuestas dan un empate entre centro-izquierda y el tándem CDU-liberales. Pero eso era hace unos días, y la capacidad de movilización de los grupos antinucleares quedó ayer demostrada una vez más.
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